Capítulo 19

118 11 9
                                    

—¿No te da vergüenza venir a mi casa y exigirme comida después de lo que paso antes de ayer? —inquirí molesto y revolví con fuerza la mezcla que tenía preparada para hacer panqueques.

—No sinceramente —contestó Jazmín—. Si quieres lo repetimos.

—Vaya atrevida resultaste ser —declare intentando no alterarme y solte lo que tenía en manos para encararla—. No me importa si besas a cualquiera. Solo déjame decirte que no permito que la gente juegue conmigo. Parezco tranquilito y medio tonto, pero no lo soy.

—¿En serio? —cuestionó Jazmín y se acerco a mí. Gracias a sus tacones alcanzaba mi tamaño perfectamente—. ¿Y si te digo que no fue un juego?

—¿Qué más podría a ver sido viniendo de una popular? —inquirí y le regale una sonrisa llena de falsedad.

Jazmín abrió su boca al parecer para decir algo, pero la volvió a cerrar al aparecer mi mejor amiga en la cocina.

—¿Pasa algo aquí? —indagó Teresa—. Noto tensión e incomodidad.

—No es algo relevante —conteste y mire mal a Jazmín—. Ni siquiera vale la pena mencionarlo porque no significa nada.

Jazmín volteo su cabeza en mi dirección inmediatamente con una expresión levemente molesta e inclusive me empujo para salir de la cocina.

—¿Me cuentas el contexto de todo esto? —interrogó Teresa.

—Prefiero no hacerlo —respondí serio y oí una puerta cerrarse fuertemente.

—Se fue Jaz —informó Teresa.

—Me di cuenta.

—¿Por qué estás enojado? —inquirió mi mejor amiga.

—Por Jazmín —respondí directo.

—Luck.

—¿Qué? —cuestione revoleando los ojos y tratando de calmarme.

—Jaz te admira.

—Claro, tan cierto como que mi abuelo vive —dije sarcásticamente—. Si me valorará no me confundiria.

—Cree lo que quieras, eso no cambia el que le gustes.

—¿Le gusto? —cuestione sin humor—. Que me lo diga ella y tal vez me lo crea. Justo ahora que me caía bien tuvo que arruinar todo.

Fruncí mi rostro y me agache para abrir una gabeta y sacar de la misma un peluche de unicornio.

—Cógetelo Teresa, era para Jazmín pero ya no es mi amiga así que ahora es para ti —dije neutro—. Sé que no eres muy de unicornios, sin embargo a ella le fascinan.

Teresa me sonrio y tras coger el peluche me dio un abrazo el cual le devolví con una sonrisa. Nada como saber que tienes a tus amigos para ti en todo momento.

¡Devuélvelo!Where stories live. Discover now