𝐏𝐀𝐑𝐀𝐍𝐎𝐈𝐃 | e.m. (en edición)

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"pictures"

No había cosa que más podía llegar poner nerviosa a Angie que dejar entrar gente a su habitación, era su espacio privado, su lugar seguro e imaginarlo invadido le provocaba dolor de cabeza.

Pero era Eddie Munson quien invadirá su espacio personal ahora.

Corría de un lado al otro limpiando y recogiendo cosas que había dejado tiradas en el proceso. Miro si habitación mirando una falla, no estaba sucio ya que ella era una persona limpia e organizada.
Tomo sus hojas de dibujo y las metió rápidamente al cajón de su escritorio, no quería que Eddie viera sus bocetos sin estar listos.

- ¿Debería preocuparme? - Pregunto su papá.

- No - Respondió limpiando la barra de la cocina - Eddie es un bien chico, ¿Si? Solo lo ayudaré para su exámen, el pobre siempre tiene problemas en matemáticas - Miro a su papá.

- Muy bien, si pasa algo ya sabes a que número llamar - Se terminó su café dejándolo sobre el lavaplatos y beso la frente de su única hija.

- Nos vemos más tarde - Sonrió.

- ¡Se portan bien! - Grito antes de cerrar la puerta principal y subir a su auto rumbo a su trabajo. Angie miro la hora, aún falta para que Munson hiciera acto de presencia en su casa.

La pijama comenzó a asfixiarla así que subió las escaleras rumbo al baño para tomar una ducha. Secó su cabello y notó que ya estaba muy largo de nuevo, pero era algo perezosa para ir a una peluquería.
Tal vez podría pedirle el favor a Robin, quería in corte similar al de ella.
Camino hasta su habitación para ponerse un pantalón de mezclilla, una blusa de tirantes y sus tenis.

No sé haría nada el cabello, estaba bien así.

El timbre de la casa fue tocado una, y otra y otra vez. Angie rodó los ojos al imaginarse a Eddie jugar con el mismo como si fuera un niño pequeño.
Bajo los escalones de el segundo piso y abrió la puerta, Eddie estaba recargado contra el marco con sus jeans, su pelo siempre desordenado y una camisa de Europe. Le gustó mucho el diseño, pero lo que más le gustó fue su sonrisa.

- Hawks - La saludó con una asentimiento de cabeza - ¿Me dejarás entrar? - Asomó su cabeza llena de rizos para mirar detrás de Angie, ella obedeció y se hizo a un lado para dejarlo entrar.

- Creí que tardarías - Cerró la puerta detrás de ella con el pie.

- No podía esperar para conocer tu casa, pienso robarme alguna foto tuya de bebé - Dijo volteando a todos lados en busca de una.
Angie negó con la cabeza y empujo sus espalda hasta las escaleras.