𝐏𝐀𝐑𝐀𝐍𝐎𝐈𝐃 | e.m. (en edición)

twenty one

"mommy issues"

1975

Una joven Angie corría de un lado a otro por el patio de su casa, lucía un hermoso vestido rosa pálido, unos zapatitos nuevos de charol negro, dos colitas muy buen hechas agarrando su salvaje cabello.

Sus rodillas tenían raspones con leves tonalidades carmesí por la sangre, pero no era nada grave.

Caminaba enojaba y sintiéndose realmente sofocada por tantas reglas tontas. "Angelic no subas a ese árbol", "No comas de más o el vestido no te entrará", "Comportate como una señorita", "No juegues rudo, no es digno de una damita".

¡Era ridículo! ¡Angie solo quería jugar en el lodo en vez de estar dentro de un estupido vestido rosa!

Angie odiaba a su madre, no había muestras de afecto, no la quería como una madre debería de querer a su hija, su propia sangre.
Siempre la estaba regañando, sometiendola a seguir estupidas reglas para ser una "señorita", no había nada que más odiara Angie que seguir reglas. Solo era una niña, no quería ser una damita, quería correr y ensuciarse.

Pateaba el césped a sus pies, quería arruinar sus zapatos de charol a como diera lugar solo para hacer enojar más a la mujer, incluso si con eso se merecía un castigo.

- ¡Angelic! - Grito su odiosa progenitora desde la casa. La niña se dio la vuelta pensado en que ya tenía momentos de descanso, gracias su madre siempre estaba enojada.
La niña corrió dentro de la casa intento evitar la fuerte mirada de la señora, pero todo se fue al carajo cuando tomo su brazo fuertemente y la giró hasta donde ella se encontraba - ¡Mira nada más! ¡Tus rodillas! - Las señalo - ¡Angelic, esos zapatos eran nuevos! - El tono en el que le gritaba la estaba volviendo loca, perferoba sus oídos y que provoca un dolor de cabeza.

Se safo de su agarre con fuerza y corrió escaleras arriba, no quería enojarse por que siempre que lo hacía algo acababa mal.

- ¡Regresa aquí, Angelic! - Grito su madre a tan solo unos pasos de ella, siguiendola hasta llegar a su habitación - ¡Escuchame cuando... -