☀️🔸️capítulo XXV🔸️☀️

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🔱🌊Pov Percy🌊🔱

—Me has engañado—le reclame—Has robado el yelmo y el rayo maestro—Ares sonrió

—puede decirse que si, pero yo no los he robado personalmente. ¿Los dioses toqueteando los símbolos de otros dioses? Eso jamás. Además, tu no eres el único héroe del mundo que hace mandados—

—¿A quién utilizaste? ¿A Clarisse? Estaba allí en el solsticio de invierno—

La idea le divirtió. A mi me ofendió. Clarisse podrá ser lo que tu quieras: una bully,  alguien con pocos modales como la mayoría de sus hermanos, una gran guerra con poca paciencia, un poco iracunda pero ¿ladrona? Eso jamás

—No importa. Mira mocoso, el asunto aquí es que estás impidiendo los esfuerzos para iniciar la guerra. Verás, tenías que haber muerto en el inframundo. Entonces el viejo Alga se hubiese enojado con Hades por matarte. El Aliento de Muerto hubiera tenido el rayo maestro y Zeus estaría furioso con él. Pero Hades aún sigue buscando esto...—de su bolsillo saco un pasamontañas, el típico gorro con tres agujeros que usan los ladrones de bancos, lo colocó en medio del manillar de su moto, donde se transformó en un elaborado casco guerrero de bronce.

—El yelmo de oscuridad—dijo Grover ahogando una exclamación—Nawaki, tenías razón—

—Exacto—repuso Ares—A ver, ¿por dónde iba? Ah, sí, Hades se pondrá hecho un basilisco tanto con Zeus como con Poseidón, ya que no sabe cuál le robó el yelmo. Muy pronto habremos organizado un bonito y pequeño festival de golpes—

—¡Pero si son tu familia!—protestó Annabeth

—Anne, eso no lo va a detener, este tipo se deleita ver a sus familiares lastimándose, incluso aún más si se mataran—

—Exacto, No hay nada como ver pelear a tu familia, es lo que digo siempre—

—Me das asco—le dijo Nawaki. Al dios no le importo

—Me diste la mochila en Denver—dije—El rayo maestro ha estado aquí todo el tiempo—

—Sí y no—contestó Ares—Quizá es demasiado complicado para tu pequeño cerebro mortal, pero debes saber que la mochila es la vaina del rayo maestro, sólo que un poco metamorfoseada. El rayo está conectado a ella, de manera parecida a esa espada tuya, chaval. Siempre regresa a tu bolsillo, ¿no?—

—En cualquier caso—prosiguió Ares—hice unos pequeños ajustes mágicos a la vaina para que el rayo sólo volviera a ella cuando llegaras al inframundo. De ese modo, si hubieses muerto por el camino no se habría perdido nada y yo seguiría en posesión del arma—

—Pero ¿por qué simplemente no conservaste el rayo maestro?—pregunto—¿Para qué enviarlo a Hades?—

De repente Ares se quedó absorto y pareció estar escuchando una voz interior. Y estoy seguro que no es Marte. Mire al hijo de apolo por un segundo. Giro la cabeza como si le hubiesen dado la peor bofetada de toda su vida

—No pude entrar en su mente. Lo tienen bien dopado de guerra—

—¿Por qué no...? Claro...con ese poder de destrucción...—el hombre seguía en trance mientras escuchaba a su titiritero. Un segundo después regreso—Porque no quería problemas—mintió—Mejor que te atraparan a ti con las manos en la masa, llevando el cacharro—

renacer en un mundo semidivino Where stories live. Discover now