renacer en un mundo semidivino

🔸️☀️capitulo XLV☀️🔸️

Salimos de Escocia al amanecer luego de que Graham hubiese desesperado y estuviese e sus cinco sentidos. El pobre había despertado asustado, y con su espada que apuntaba a mi cuello. Lo había calmado diciéndole que todo había terminado, que la vampiro dejó de existir. Con sólo eso se relajo.

También le ayude a proteger su casa, ahora nadie que el no haya invitado de antemano no puede entrar y cualquier intento de destruir la propiedad será anulado solo algo mas poderoso que la barrera seria capaz de dañarla. Ese e el hechizo que le puse a mi casa para que nada le sucediera en mi ausencia.

Volamos durante dos horas hasta que llegamos a alguna parte de África cercana a las pirámides de giza, las cuales de podían ver desde nuestra posición antes de seguir con el trayecto hasta Grecia, el hogar nativo de los dioses helénicos.

Durante el viaje sentimos el cambio de temperatura de una más cálida típica de Egipto a una más Fría, por lo cual me había cambiado a algo más acorde a la situación: Trasforme mi capa a un buzo de los mismo colores, mi Jean había cambiado a uno térmico mientras que en mi cabeza aparecían un gorro y guantes en mis manos.

Como Bast era un animal de sangre caliente, la protegí con un sello de calor para que no perdiera su temperatura corporal.

Al surcar los cielos por las blancas pero frías nubes de Grecia podía divisar una gran porción de las antiguas tierras; algunos pueblos y ciudades por aquí y por allá, las ninfas de las nubes saludaban sin cesar mientras algunos copos de nieve junto con las escarcha recurrían sus cuerpos nubosos.

Al pasar a sus costados las saludaba y les pregunte como era su vida aquí arriba, fueron bastantes amables en cuanto a sus respuestas.

También había tomado la oportunidad de sacarles algo de información sobre aquellas criaturas que buscaba, sus respuestas fueron un tanto vagas, algunas me de decían que los fénix que habían visto fue en el monte Voio, otras que decían que habían oído que estaban cerca de Atenas, y otras cuando les preguntaba me decían que no sabían nada al respecto.

Hasta que encontré a una en concreto que me dio la respuesta que quería.

—si, he estado cerca del monte Voio, y estoy más que segura que allí hay una gran concentración de ellos. Pocas veces los he visto volar hacia allí, pero cuando lo hacen se esfuman de mi visita como si nunca hubiesen estaba para empezar.—

—muchas gracias señorita, me ha sido de mucha ayuda.—le agradecí a la bella ninfa de los cielos.

—no es nada muchacho. Suerte en tu viaje.—me deseo. Le agradecí con un asentimiento y una sonrisa antes irme de allí.

Habíamos descendido cerca de la cima de la montaña, aproximadamente a las 6 de la tarde en una bella tarde nevadas de invierno.

Caminamos sobre la nieve del lugar,
Toque lo que me había detenido, sentía la magia en ella. Una barrera de protección encantada junto a un encantamiento de ilusión. Bastante bueno para ocultar lugares a plena vista

Hice un poco de presión en la barrera para poder entrar en ella, así que tuve que cubrirme completamente de magia para lograrlo,

Al entrar pude ver un bosque digno de un cuento de hadas. Grandes árboles verdes crecían por el lugar y uno dorado se alzaba en la lejanía, el olor a humedad en el aire, la calidad del ambiente junto al resplandor del sol que cubría mi cuerpo abrigado. Es como si papá me estuviera acompañado. Es reconfortante. Se siente tan bien

Todo en el lugar era maravilloso

Al mirar con más detalles el lugar mis ojos se impresionaron por la cantidad de animales en el lugar