🔸️☀️Capitulo LVII☀️🔸️

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Les tengo que ser honesto en este tema.

No me esperaba que una escuela militar fuese así de dura.

Obviamente tenía una noción de lo que me esperaba en una escuela de este tipo. Muchas sentadillas, carrera de obstáculos, incluso estrategia y de alguna forma loca y desquiciada, por parte de los profesores, un arma.

Para ser claros, mucha disciplina.

Nuestro horario era muy estricto.

A las 6 en punto nos teníamos que levantar y ordenar nuestras camas antes de las 6:15, seguido de eso nos cambiábamos a un uniforme militar adecuado a nuestra edad y estar a las 6:30 en el desayuno donde desayunaremos una buena comida para comenzar el día. Después de eso todos tienen que estar a las 7:30 en el salón de clases donde debíamos estar todos sentados con una buena postura

Mi compañero, que para estas alturas no me sorprendía, era el mismo Nico Di Ángelo quien tenia recuerdos implantados de mi. Al parecer éramos buenos amigos que jugaban Mito magia además de estudiar juntos en nuestra habitación. El me enseñaba italiano de vez cuando y yo a cambio le enseñaba español y un poco de japonés. También

Las clase comenzaban apenas entraba un profesor, que por lo general tenía algún rango en el ejército. Todo esto duraba hasta 13:00 donde después del almuerzo hacíamos actividad física por tres horas que iban desde circuitos a combate físico dependiendo el día de la semana. Y ya para finalizar teníamos una merienda que al finalizar nos podíamos relajar ya sea: en la biblioteca, en la cafetería o nuestras habitaciones junto a los compañeros si es que no asistamos a un deporte. A las 9 teníamos la cena. A la noche todos teníamos que dormir para las 10 de la noche así tener las 8 horas diarias de descanso

Pero todo eso terminó cuando se anunció el baile de invierno que se celebraría mañana en la noche en el gimnasio. Nos dijeron que todo estaba listo así que dolo faltaba esperar hasta mañana a la noche. Lo cual significaba que ya era hora de irse de este lugar.
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Westover Hall, Bar Harbor, Maine, EE.UU
Miércoles 13 de Diciembre, 2006 6:15 PM

14 años, 6 meses, y 22 días desde mi llegada al mundo de Percy Jackson.

Eran las 6 de la tarde. Estaba en mi habitación junto a Nico quien estaba acomodando sus cartas según el nivel de fuerza de los dioses y héroes.

-¿Qué te vas a poner Nico?-le pregunté mientras sacaba mi ropa para la noche-yo pensaba en ponerme una camisa, un Jean negro y mis converse. Quizás una campera abrigada por el frío del gimnasio

-no lo se, Freyen, no tengo mucha ropa. Seguramente me termine poniendo mi chaqueta de aviador y unos pantalones y zapatillas cualquiera-

-te puedo prestar una de mis remeras, tengo dos más. Pruébatelas-saque dos de mi valija. Una azul y una blanca Nico miró ambas antes de elegir la azul.-esa te va a ir bien-me senté junto a él. Tome la carta de Hades. Por un momento la vi brillar en un tono negro obsidiana brillante

-Nico, ¿puedes buscar a Bianca? Hay algo que debo hablar con ustedes-le pedí

-claro, pero ésta del lado de las chicas, al otro lado del castillo-

—Solo, búscala si, hay algo de que quiero hablar con los dos—el niño asintió para ir en busca de su hermana.a los pocos minutos nkco regreso explicando que bianca ya estaba viniendo hacia nosotros

renacer en un mundo semidivino Where stories live. Discover now