DxD:白いドラゴン.

Epílogo:Vida abandonada.

¡Puum! ¡Puum!

Varias explosiones se veían y oían en aquel lugar, las rocas se desvanecían mientras aquellas explosiones se canalizaban en una zona en específico.

¡Puum! ¡Puum!

Cada explosión venía con más intensidad que la anterior, siendo aún más destructiva. Cada una venía con una sorprendente cantidad de magia y poder demoníaco.

¿Quién podía tener aquellas reservas mágicas? Era un poco sorprendente, ya que ningún demonio o mago especializado podía estar soltando explosiones sin ningún motivo. Difícilmente un demonio de clase baja a media para probar sus habilidades.

¡Tsk, maldición!

Una voz se escuchó en la zona de impactos, mientras que del gigante cráter se podía ver por la sombra del sol una silueta.

Una silueta de baja estatura estaba viendo aquel cráter con una mirada indiferente, mientras que una gran cantidad de aura lo rodeaba a su alrededor.

Habían pasado dos días desde aquel evento desafortunado para el pequeño de cabellos plateados, no podía creer lo que había hecho.

En medio de su combate contra aquel humano, podía ver la confusión en el rostro del hombre mayor.

Luego cuando logró dominar por completo aquel combate, pudo ver la desesperación y miedo de aquel humano que ahora estaba muerto, ¿Realmente él había hecho algo para influenciar bastante a los demonios?

Tenía dudas, dudas que crecían cada vez más al notar como con sus poderes mágicos y demoníacos se sorprendía enormemente y le llamaba "Trucos".

¿Habían confundido su magia y poder demoníaco con trucos de circo? Era algo extraño...pero todo veían de un humano común y corriente, se dio cuenta tarde las cosas y cuando pudo realmente abrir sus ojos con sorpresa... el hombre ya había desaparecido debido a sus ataques.

¡Maldición, había matado a alguien inocente! Ahora tenía claro que las palabras de su abuelo eran una completa mentira, ese hombre no tenía nada que ver con lo que pasaba con los demonios actuales.

Pero...él tenía toda la culpa por creerlas, no era que le hubiera gustado creer en esa falsa ilusión que estaba viviendo, solo que al ver qué alguien aparte de su madre se preocupaba y estaba dispuesto a enseñarle cosas sobre este mundo, había caído ciegamente en aquellas palabras.

Nuevamente habían abandonado su confianza, se sentía con una mezcla de sentimientos raras y extrañas para él, quería que solo fuera parte de una mentira por el hombre...y que lo vivido con su abuela haya sido real, tal vez y solo tal vez pueda ser verdad.

Se quedó quieto mirando a la nada, antes de que frunciera su ceño concentrado.

Issei:¡Divine dividing!-Dijo alto mientras al pasar de pocos segundos, un brillo se empezó a hacer en su espalda, un brillo blanco empezaba a iluminar el lugar fuertemente, al cabo de unos segundos empezaba a tomar forma.

Algo de gran tamaño como si fuera algo unido se hizo en la espalda del pequeño, antes de que se expandiera a ambos lados revelando que eran unas majestuosas alas emplumadas de color azul con el bordado superior de color blanco.

Las alas del dragón emperador blanco se hicieron presentes en la espalda del pequeño, habían evolucionado ya que se podían notar mucho más grandes y un aura que llamaría la atención de seres sobrenaturales si es que habían en ese solitario lugar.

La divine dividing de Issei empezaba a liberar energía desde su parte baja en pequeñas y casi visibles esferas de energía, está era la energía que su cuerpo soportaba por ahora, le estaba siendo una desventaja el tamaño que tenía actualmente, pero podría mejorar con el pasar de sus años cuando pueda crecer.