DxD:白いドラゴン.

Life 4:La maga tiene un fetiche atípico.

La noche de Issei fue bastante extraña si se pudiera conocer más a fondo todo lo que conlleva ser él.

El pequeño no era como los niños de su edad que tenían sueños realmente fantásticos, lleno de flores, juguetes e incluso historias para ambos géneros.

Se pensaría que todos los sueños en su edad eran de extrema felicidad, pero este era un caso totalmente contrario.

Issei se imaginaba a su propia persona con su engranaje sagrado en toda su presencia, derrotando a diestra y siniestra a todos los magos desertores de Grauzauberer.

Sus habilidades como el "Divide" haciendo eco en todo el campo de batalla, cuerpos de magos derrotados de diferentes maneras.

Que sueño tan...extraño para este tipo de edades, mayormente un niño podría estar teniendo esa clase de sueños pero en una guerra medieval y no ser tan explícitos en cuanto a escenas de peleas se refiere.

Pero el pequeño Hakuryuukou era algo especial en ese tema, obviamente, esto se debía a una enseñanza que le dejó aquel ser tan despreciable.

Su abuelo. Así es, le había mostrado y enseñado a matar a una persona con sus propias manos y poder.

Esto de alguna u otra manera también se reflejaba en sus sueños, pero no imaginando a ese hombre del cual ahora se arrepentía de asesinar, aunque toda acción tiene su razón.

Su "razón" para no llamarle excusa..era que había sido engañado, manipulado y obligado en cierta parte a realizar el acto de matar a una persona.

No teniendo el conocimiento y dejándose influenciar por su abuelo, lo hizo al principio sin remordimiento alguno ni una pizca de culpa.

Una vez conocida sus razones y todo lo que estaba detrás de lo que realmente era el objetivo principal, un sentimiento de culpa y remordimiento empezó a carcomer su ser completo.

Tan solo...tenía que olvidar todo lo que ha pasado recientemente en su vida, ya tenía algunos años en el mundo sobrenatural y su arrogancia se fue haciendo más grande, pero solo pocas personas sabían que este era un tipo de "fachada" ya que él podía ser alguien que se preocupa mucho a su manera.

Recientemente un asunto estuvo dando vueltas en su cabeza sin dejarle descansar un minuto, una misión se le fue asignada.

Su cabeza no paraba de maquinar diferentes maneras de poder lograr esto, pero todo lo haría con perfección o al menos eso intentaría.

.•°DxD°•.

Sus ojos se abrieron lentamente con gran pereza y malestar, deseaba poder seguir descansando un rato más, pero no era el momento.

"[Buenos días, Albion]".

Saludó a su compañero dragón que estaba sellado en su engranaje sagrado, al parecer había una buena relación entre portador-Dragón.

"[Buenos días, compañero. He podido notar tu sueño nuevamente, ¿Estás emocionado por esta misión?]"

La pregunta de Albion hizo que más pensamientos vinieran al peliplatino, pensaba que no era tan evidente en sus expresiones que se encontraba algo, por no decir demasiado, emocionado con la misión que le asignó el Gobernador general de los ángeles caídos, Azazel.

"[Sí, es una nueva experiencia que tendré que completar para tener más poder...un nuevo desafío]".

Fue sincero, no sabría si sería fácil está tarea asignada, pero haría todo lo posible para tener los resultados requeridos y pedidos.