19

900 104 14
                                    


¸¸♬·¸♫·¯·♪¸¸♩·¯·♬¸¸

— Es un caballo — me reí.

— Claramente es una taza

— ¿Es que no ves los pelos?

— Es el vapor de la bebida caliente. Y se dice crines — estábamos en una estúpida competencia  por a ver quien interpretaba mejor una de las muchas manchas de humedad del techo; claramente no llevábamos del todo bien el aburrimiento.

— ¿Desde cuándo existe una palabra para los malditos pelos de caballo? Es ridículo. Díganles pelos y ya

— Específicamente con esto puedo darte la razón. Pero las palabras son una magnifica herramienta. No deben ser injuriadas jamás. Incluso tú las empleas a diario, no puedes refunfuñar

— Se lo que estás haciendo, Alice. Deja de usar tus palabras elegantes conmigo — le sonreí. En parte lo había hecho a propósito —. No le veo lo gracioso

— Pues yo encuentro tu rostro en extremo jocoso

— ¡Basta! — dijo Eddie estirando la ultima silaba.

— La venganza es un plato que se sirve frio, querido amigo

— ¿Venganza? ¿Yo que hice?

— ¿Ahora vas a decirme que olvidaste tus burlas a Joy Division y a The Smiths?

— No voy a arrepentirme de eso. Esa parte de tus gustos musicales debería estar guardada bajo llave

Sonreí, el comentario perfecto se cruzó por mi malvada cebeza — ¿Quieres que te recuerde quien estuvo a punto de comprar un cassette de Madonna? — pude darme cuenta como presionaba su mandíbula. Quizás por lo que había dicho o por la sonrisa burlona que tenía cuando lo dije. Este chico estaba acostumbrado a molestar pero a no a que lo molestaran. Me pregunto cómo habrá sobrevivido tantos años con Peter. 

— Eres mala ¿Lo sabías?

— Gracias por el cumplido — estaba acostada en el piso con mis piernas estiradas en la pared. Eddie estaba sentado con su espalda en la misma pared donde yo descansaba mis piernas. Eso me daba la posición perfecta para ver su cara de enojo.

Nuestro encuentro con los hicos la noche anterior nos había relajado a ambos. Sabíamos que la situación no era buena pero por lo menos teníamos a personas que nos apoyaban. No estábamos solos y eso era bueno en sí mismo.

El chico soltó un bufido — Extraño mi guitarra — dijo apoyando su cabeza en la pared de atrás.

— Te entiendo. Yo extraño mis libros… y una ducha

— ¿La ducha? ¿Quién necesita eso?

— Eres asqueroso — le dije con cara de asco mientras reía.

— Pero bien que te gusta pasar el tiempo conmigo

— Por supuesto; eres una buena compañía. Una cosa no quita a la otra

El chico se quedó en silencio por un momento. Creí que se había ofendido por el comentario anterior.

— Lo siento, no debí burlarme — me disculpé apenada.

— Tu también eres buena compañía — su sonrisa era distinta. No creo poder establecer claras diferencias con las anteriores pero… se sentía diferente.

— Gracias, sucio — me burlé.

Subió una de sus manos a su pecho haciéndose el ofendido — No pienso creer ninguna de tus disculpas a partir de ahora

𝕁𝕦𝕤𝕥 𝕝𝕚𝕜𝕖 𝕄𝕦𝕤𝕚𝕔 | 𝙴𝚍𝚍𝚒𝚎 𝙼𝚞𝚗𝚜𝚘𝚗Where stories live. Discover now