IV

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-Te vas a quedar con nosotros- Duncan dice con una expresión indiferente en el rostro -Tu cueva está bien, pero sin ayuda, no vas a poder seguir sobreviviendo por tu cuenta, tuviste suerte, mucha, no se va a repetir-

No digo nada, mantengo la cabeza mirando el caldo de no sé que animal frente a mí.

-Puedo traerte lo que quieras de tu cueva, solo pídelo- Dice de nuevo, como esperando una respuesta.

Nadie toca su comida.

Esperan a que hable con paciencia.

Sentados en la mesa cuadricular, siento sus miradas perforarme la cabeza.

Al final, lo que respondo deja mi corazón listo para ser destrozado por sus respuestas.

-¿Por qué me están ayudando?-

Levanto el rostro, mantengo la mirada de un chico a otro, ellos solo se miran entre sí intentando decirse unos a otros con el pensamiento qué pueden contestar.

-Amanda...- Johan comienza con una expresión difícil en el rostro, intenta alcanzar mi mano, como en esta mañana, pero yo la retiro suavemente, solo quiero la respuesta, no su amabilidad, y parece entenderlo -Nosotros llevamos mucho tiempo viviendo aquí... Un periodo de cien años, y en esos cien años, tu eres la única humana que hemos visto, es probable que no queden más de tu especie, dejarte ahí fuera sola no se siente bien-

Las lagrimas vuelven a brotar de mi rostro... ¿De verdad todos se extinguieron?

No puede ser posible... No, no, no, no.

-Si de verdad ya no hay más como yo... Entonces... ¿Qué hay de los vampiros?-

-Los vampiros toman sangre de cualquier ser que la posea, no necesariamente necesitan humanos para vivir, pero si para multiplicarse, ya que no pueden tener hijos- Explica Issa mientras le da el primer sorbo a su sopa -Necesita sal-

Se levanta de la mesa y se dirige a la cocina de dónde saca un tarrito.

Miro a Johan, se revuelve las manos.

-Entonces quieren tenerme aquí... ¿Cómo su mascota humana? ¿Se supone que debo confiar en los lobos que por tantas generaciones se encargaron de aniquilar a mi especie?-

-¿Lo dice la persona que atacó a uno de los lobos mientras este intentaba ayudarla? Típicas paranoias humanas, primero ataca, luego pregunta y después actúa como la victima- Duncan suelta la cuchara con furia, su mirada verde me reprocha... Pero tiene razón -¿Quieres que te recuerde que especie comenzó esa guerra?-

-No le hables así, ya bastante asustada está, debes ser más amable- Dice Johan mientras coloca dos huevos duros en mi plato, después solo uno en el de Duncan.

-¿Por qué tengo uno menos que todos ustedes?- Pregunta Duncan altamente ofendido.

-Por que estás siendo muy malo con Amanda- Responde Johan mientras come con calma.

-¡Ella empezó!- Extiende su dedo, acusándome.

-Bueno, ya basta, el asunto es que todos estamos de acuerdo con que te quedes con nosotros, es mejor que seguir sola y expuesta en el bosque, ¿No te parece?, no vamos a dejarte ir a morir ahí afuera, menos con todo lo que pasaste, así que sería mejor que te hagas la idea- Dice Issa, no me mira, pero su tono es firme.

-No llores, todo va a estar muy bien, los lobos te vamos a cuidar, ¿Esta bien Amanda?- Johan se levanta de su lugar, seca mis lagrimas con cuidado y me dedica una bella sonrisa.

Su lunar es bonito.

-¿Qué clase de nombre es Amanda? No me gusta nada- Dice Duncan con la comida en la boca -¿No tienes otro?-

Casa de lobosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora