La decisión y la consecuencia.

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El viento sopla con una dulce brisa.

Las flores bailan la canción tan conocida de la primavera, una nueva primavera, un nuevo comienzo.

Amanda se recuesta con algo de melancolía.

El prado que encontró en su viaje... El parado que siempre vio en sus sueños.

Debajo del árbol frondoso con los retoños de las manzanas rojas... Amanda suspira.

Los pasos que se escuchan más cerca la alertan.

Sonríe, porque sabe exactamente quién se acerca.

-Ven, recuéstate en mi pecho-

Dice calmadamente mientras se palmea el lugar indicado.

La señal es entendida y ejecutada a la perfección, el peso sobre su pecho hace a Amanda sentirse cálida.

Amanda está en paz.

Eso en verdad es mucho que decir, después de vivir en un miedo constante para sobrevivir, para no dejar ir, para no volver a ser abandonada, un miedo que la paralizó por toda su vida y que no le permitió continuar… Ahora está en paz, y, por lo tanto, es feliz.

La felicidad es un efecto colateral de sentirse en paz.

Mientras con sus dedos remueve el cabello de quien está igual de relajado que ella, recuerda lo hermoso que ha estado siendo este tiempo compartido.

Las aventuras, lo bello que es sentirse libre al fin, lo irreal que le parece la antigua Amanda tan temerosa, porque ha entendido que el miedo no conduce a nada.

Amanda entiende que eso solo es un comportamiento autodestructivo, y no quiere volver a sentirse tan miserable nunca.

Este sentimiento de paz que la llena solo se puede comparar a una cosa.

Al amor.

Amanda entiende ahora que es más importante esta tranquilidad que cualquier otra cosa, y está realmente satisfecha con la decisión que tomó hace ya casi dos años, la primera decisión que tomó desde el amor.

-Amanda… ¿Qué elijes? ¿Cuál es tu decisión? –

Escucha claramente la voz de Duncan haciendo tan difícil pregunta, recuerda los rostros de todos.

Desde la cabeza gacha de Johan, la mirada profunda y fría de Issa en ella, los ojos llorosos de Duncan y la sonrisa amable de Aníbal.

Recuerda la habitación que le hicieron los tres chicos a ella, recuerda sus pensamientos ese día, recuerda ver la respuesta tan clara que ignorarla sería una necedad de su parte.

Recuerda su propia voz con decisión anunciar su elección:

-Yo elijo ir…- El aire de libertad inundando sus pulmones y anunciando, sin duda, sin miedo, solo con amor -Elijo ir sola.-

Amanda recuerda vívidamente, como si estuviera en ese día de nuevo, las caras sorprendidas de todos.

Recuerda la indignación de Duncan, la negación de Issa, el desconcierto de Aníbal, y la calma de Johan.

-Si es lo que quiere, debemos aceptarlo- Johan pidió a sus compañeros.

Ahora, con su conejo totalmente salvaje pero domesticado que se despereza en el pecho de Amanda, ella siente que en realidad el tiempo no ha pasado.

Tomar esa decisión la ha ayudado a entenderse a sí misma, a amarse, a encontrarse y perdonarse, a perdonar también.

Y siente que con cada pequeño o grande paso que da, poco a poco se acerca más a su autorrealización.

Así como los lobos lo han hecho.

Cuando el inquieto conejo decide que es momento de regresar al bosque a continuar con su salvaje vida, Amanda le da un beso en la cabeza blanca.

-Te veo después- Anuncia mientras el conejo corre hacía unos matorrales donde otro conejo de color negro lo espera con unas hermosas crías.

Amanda sonríe.

Se sienta en el prado rodeado de tanta belleza hecha flor, se dispone a leer la carta de Aníbal junto a las cartas de los tres lobos, sonríe feliz por las cosas que cada uno le cuenta.

Amanda ha cambiado tanto...

Ahora que el mundo también ha cambiado, Amanda tiene nuevos sueños y nuevas ilusiones para aprovechar al máximo el resto de su vida.

Cuando llega el momento de escribir las respuestas, se decide primero a responder la de Aníbal.

Querido Aníbal:

¡Gracias por las cartas tan lindas!

Si, si he recibido las cartas de los tres lobos también, y por supuesto que enviaré buenas respuestas a cada uno.

Sé lo mucho que los tres se preocupan por mí.

Con respecto a lo que preguntaste, sobre si he cambiado de parecer, mi decisión sigue siendo la misma que te conté aquella vez antes de irme de la casa de los lobos.

He aprendido a estar sola… Y debo decir que me encanta.

Estoy agradecida por todo lo bueno y malo que ha pasado en mi vida, porque sin eso no sería yo misma, no estaría viviendo ahora estos sentimientos.

No hubiera conocido a los lobos más locos del mundo.

Si pudiera recomendarte algo… Solo diría que el momento de arriesgarse está siempre y a todas horas a la espera de que lo tomes, los riesgos son el punto de partida.

Enfrenta tus miedos y véncelos, vuélvete mejor de lo que creías que podías llegar a ser.

Enamórate, incluso más.

Cuando mi proceso termine, voy a volver por mi lobo, me ha estado esperando pacientemente y me ha mostrado su amor desde el minuto en el que me conoció.

Se ha ganado mi corazón limpiamente, no podía quedarme con él antes, porque yo misma no estaba lista, él merece a alguien lo suficientemente estable para cumplir todos los sueños de los que me ha platicado, ahora que estoy tan cerca… No puedo esperar a regresar por él.

Aníbal, gracias por tu diligencia y tu apoyo… Te enviaré una carta en cuanto pueda.

Mil veces agradecida y deseando que encuentres paz:

Amanda.

E.

Este es uno de los extras de la versión física del libro, si desean seguir leyendo los que faltan, deben adquirir el libro.

Esta historia está especificada cómo "final abierto", ustedes pueden elegir en sus corazones con qué lobo se quedó Amanda.

No voy a hacer canon a ninguna pareja, besos.

Casa de lobosWhere stories live. Discover now