XVI

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Sal de la casa de los lobos...

Mandy...

Vive...

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.

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Meto mis manos en la corriente cristalina del agua.

Está cálida y es bastante reconfortante.

Han pasado dos días sin que vea a otro lobo más que a Duncan.

Me puse triste al inicio, pero después, Duncan propuso la idea de construirme un lugar como lo tienen ellos, supongo que para intentar subirme el ánimo.

Hoy, mientras terminamos de colocar las cosas que van dentro, Duncan se tomó la molestia de construir un pequeño y modesto cuarto de baño exclusivo.

El lugar es bastante pequeño a comparación con el de los otros lobos, pero al menos puedo llamarlo mío.

No me decido todavía que labores haré exactamente... Pero al menos mi estado de ánimo se ha visto un poco más revitalizado por este bello lugar adornado con madera y con algunas plantas silvestres, con largas ventanas por donde la luz entra tan maravillosamente.

Tomo un cuenco pequeño de madera y lo lleno de agua.

-Toma un poco Señor conejo, no deberías deshidratarte-

La pequeña bolita esponjosa deja de husmear por todos lados para poder beber un poco del cuenco.

Mis heridas han sanado por completo, y para mi sorpresa, no han quedado cicatrices.

Eso de la sangre de los lobos... De verdad es increíble.

Mientras el sol calienta mis extremidades y me llena el corazón de un poco de claridad... Las lágrimas vuelven a brotar.

¿Pero qué me pasa?

Creo que me he vuelto bastante dependiente de los lobos... No sabía de verdad lo perdida que estaba hasta que los encontré, más bien... Hasta que ellos me encontraron.

Tomando al pequeño conejo entre mis brazos que ha comenzado a mordisquear mi ropa, salgo de mi nuevo lugar.

Entre los árboles y la paz, el trinar de las aves es todo lo que se puede escuchar.

Cuando era una niña, mi mamá solía decir que tenía una voz hermosa.

Acariciando al animalito, paso mis dedos por su blanca cabeza de algodón.

-Río que fluye sin descanso

Trae mi destino entre tus aguas

Gira y gira nuestro ciclo de vida

Mira entre tus corrientes más claras

Río que crece y es basto

Déjame navegar contigo por el mundo

Infinito y perpetuo hasta el final del día

Sé mi calma, sé mi refugio-

-Cantas muy bien-

Asustada, doy media vuelta de inmediato.

Después de que Estelle me llevara como si nada, ahora no me despego de la daga de plata.

Pero para mi sorpresa no es ella, es Issa.

Tiene una mirada complicada, pero totalmente fría.

El miedo que sentí ese día estuvo en mi corazón por un tiempo... Ahora solo siento un poco de incomodidad.

Casa de lobosWhere stories live. Discover now