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Yeonjun puso una vela en la isla de la cocina y otra en la mesa de noche junto a su cama, el calor de las llamas se sintió casi de inmediato, Beomgyu entró a la habitación aún con la chaqueta del mayor encima completamente empapado, se acercó a una de las velas y acercó sus manos a esta para calentarse, el azabache hizo lo mismo.

Se miraron al unísono, y volvieron a las velas, Yeonjun soltó una risa mientras que Beomgyu sentía las mejillas calientes, ¿Ya se estaría enfermando? Suspiró y puso la mano en su frente, su piel estaba fría pero pudo definir que su temperatura era normal.

—Quítate la ropa. —soltó el carmesí.

—¿Q-Qué? —lo miró sorprendido, con su cara totalmente roja.

—Voy a ponerla a secar, vamos.

Al ver que el azabache se había quedado estático él mismo le quitó la camisa, después se quitó la suya y fue a tenderlas. Regresó, Yeonjun seguía sorprendido, abrazándose a sí mismo y pasando las manos por sus brazos intentando calentarse un poco, era más eficiente hacer eso, entonces sintió algo caer en su espalda: una toalla.

—Estás empapado. Sécate. —demandó mientras pasaba ágilmente otra toalla por su cabello.

Yeonjun acató aquella orden.

—¿Estás molesto? —preguntó bajando las manos con la toalla en ellas.

—No, ¿Por qué? —cuestionó el menor de los dos.

—Suenas como si lo estuvieras, ¿Estás nervioso o algo?

—No.

Si, si estaba nervioso, y como no lo estaría; las velas, era de noche y estaba lloviendo, además ambos sin camisa, se habían puesto en una situación muy extraña y al parecer Yeonjun no lo notaba, Beomgyu se alegraba de que no lo viera de ese modo pero para él era imposible.

Pero no le decía nada sobre eso.

—Voy a cambiarme los pantalones, ya es incómodo. —rió el azabache mientras sacaba su pijama del armario. —Deberías hacer lo mismo, Gyu, te vas a enfermar.

—Um... si. —respondió y miró al otro lado.

Pero era inevitable, su curiosidad volvía a jugar de las suyas, se giró completamente para no ver absolutamente nada, no quería hacerlo, no quería hacerlo, ¿De verdad no quería?

Aún así se volteó lentamente encontrándose con que ya el azabache se había puesto otro pantalón, y no tenía camisa puesta, ¿Por qué sentía que el verlo desnudo sería algo malo?, ambos eran chicos después de todo y el azabache ya le había dicho que dormía así, entonces Yeonjun lo miró un poco preocupado y se acercó.

—¿Estás bien? Te ves pálido. —dijo, acercó la mano a la frente del más joven.

Entonces cayó un fuerte trueno.

Y por instinto, Beomgyu abrazó con fuerza al azabache, no sabía lo que hacía y el miedo le había hecho olvidar la "extraña situación" que se había ideado antes.

Por otro lado, Yeonjun mantenía el brazo levantado, sintió cómo su cara completa comenzaba a quemarse de un golpe y tragó saliva fuertemente, su garganta dolió un poco incluso, lentamente bajó su brazo y puso la mano en la cabeza de Beomgyu acariciando su cabello con suavidad, el más joven no se inmutó ante aquello.

El azabache miraba su alrededor como si buscara algo, era un hábito, algo que hacía cuando no pensaba claramente y ahora mismo no tenía ningún pensamiento en la cabeza.

—Y-ya... ya pasó Beomie, e-está todo bien. —dijo poniendo ambas manos sobre los hombros del contrario.

Beomgyu se alejó, pero no demasiado, y asintió con la cabeza.

Se miraron unos segundos, no unos pocos, casi un minuto sin moverse. El carmesí entonces intento retroceder pero el agarre del mayor no se lo permitía, no se quejaba tampoco, en realidad, no le molestaba esa cercanía, ya lo había besado antes de todos modos, podría hacerlo de nuevo si quisiera, sólo si quisiera, tal ves quería pero no se atrevía.

—¿Qué haces? —preguntó en un susurro el más bajo de los dos.

—L-Lo siento. —respondió el azabache y lo soltó.

Beomgyu entonces miró la puerta y fue a cerrarla ya que hacía frío, pasó el seguro, miró al mayor cuyo rostro expresaba una mezcla entre sorpresa y confusión, volvió a acercarse de la misma manera.

—Hyung... —susurró el carmesí. —Um... este...

El azabache lo silenció posando su dedo índice sobre sus labios.

—Hablas mucho, actúas poco. —susurró también. —Entiendo el mensaje, pero de aquí no puede salir.

Beomgyu se enrojeció, pero no estaba molesto como él creía que estaría. —Bueno, um... no soy experto en ocultar cosas como tú.

—Siempre hay una primera vez para todo ¿Hm?— rió. —Pero te sorprenderá saber que soy tan inexperto como tú en otras cosas.

—¿Como ocultar estos? —dijo sacando de su bolsillo preservativo. —Estaba bajo tu cama, lo encontré limpiando.

Abrió los ojos con sorpresa, luego rebuscó en los bolsillos de su pantalón confirmando que si, era ese el que había comprado para hacer una broma al profesor de inglés, chasqueó la lengua restándole importancia.

—Lo tiraré si no llego a usarlo, easy.

—Bueno... —susurró el carmesí. —Siempre hay una primera ves para todo... ¿No?

Esta ves fue Yeonjun quien se enrojeció, no se esperaba esa respuesta, Beomgyu rió victorioso como si se hubiera tratado de un juego, el más alto asintió tímido, se miraron una ves más y el más bajo abrió el envoltorio que su compañero sostenía.

—¿Qué intentas decir? —el azabache frunció el ceño.

—Hablas mucho, actúas poco.

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Y que lo demás lo haga sus cabecitas porque jajan't uwu

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Y que lo demás lo haga sus cabecitas porque jajan't uwu.

Gracias por leer 💙

Hater ➾ YeonGyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora