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Un acuerdo

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La mano que agarró la sábana mientras temblaba... Era delgada.

Gotas de sudor caen por su barbilla, un leve murmullo fluye sin cesar en la punta de sus labios abiertos...

Su frente estaba contra la cama porque estaba boca abajo con el trasero extendido y elevado. Muerde sus labios y luego, débilmente, intenta detener sus gemidos con sus propias manos.

Fue en vano.

—Uh... ¡Uhm...!

Su cuerpo ya estaba en pleno apogeo debido a Taeyong, que sostenía su cintura con ambas manos y constantemente se metía con violencia en su interior...

Cada vez que el pene, que solo se puede definir como "muy grande", se introduce en su agujero, el semen fluye y se desparrama hasta empapar sus nalgas y fluir también a través de sus muslos. La apariencia era incómoda.

Exactamente a la medianoche del domingo, tan pronto como llegó el lunes, Taeyong llamó a la puerta del apartamento de Ten.

Era la hora en la que siempre se iba a dormir, también era cierto que no había podido ni siquiera cerrar los ojos porque se preguntaba si era bueno haber hecho un trato tan ridículo con Taeyong... Preferiría huir, pero lo había aceptado. Se tragó todo y vivió esos momentos como si no tuviera una terrible ansiedad.

Un hombre, parado como Jang Seung en Money Flower, se veía tan encantador que incluso había llegado a pensar que Taeyong Lee no era el mismo Taeyong Lee que conocía. ¡Incluso olvidó preguntarse cómo es que encontró su casa!

Entonces Taeyong, comenzó a morder la nuca de Ten sin dudarlo en absoluto.

Lo besó...

Fue apasionado e impaciente, un sonido húmedo que fluyó entre los labios de los dos... El beso de Taeyong, que tomó su lengua y le chupó los labios como si tuviera la intención de tragárselo entero, lo hizo sentir absolutamente complacido y... Cuánto más fuerte lo succionaba y lo sostenía, más parecía que su saliva y su aliento estaban siendo despojados de él.

En el momento en que jadeó porque no podía respirar, el nuevo sonido de la puerta azotándose sonó estruendosamente. Taeyong, que había cerrado la puerta de entrada a su antojo, de repente le quitó la ropa tan ansiosamente como si fuera un niño desenvolviendo sus regalos de navidad.

No se puede evitar.

En cualquier caso, el contrato era un contrato y fue el lunes cuando surgió por primera vez la idea de que realmente le había dicho que podía hacer con él lo que quisiera. Hoy, no puede refutar nada de lo que hace.

Entonces, solo tuvo que cerrar los ojos.

Ten renunció a todo lo que significaba y dejó que le agarrara los hombros, que le chupara la nuca y que lo desvistiera completo... En un momento, su ropa y sus calzoncillos cayeron al suelo y se convirtieron en un bulto perteneciente a un hombre desnudo que no dejaba de temblar... Estaba listo para ir a dormir, así que llevaba un pijama ligero, pero ahora estaba tan sorprendido de cuán hábilmente le podía quitar la ropa.

Le recorrió la piel con la punta de los dedos.

—Maldita sea, lo pensaba todos los días... ¿Cómo se sentiría abrazarte? ¿Cómo es que te verías debajo de mí?

Como si hubiera encarcela a Ten, los ojos oscuros que miran hacia abajo mientras le sostiene los dedos en la cama, lo retienen en un solo lugar.

Fue solo por un momento, pero Ten, que sintió una lujuria terriblemente intensa... Tragó inconscientemente mientras extendía la mano para tocar la que estaba sobre su muslo.

dear sunoo│𝘁𝗮𝗲𝘁𝗲𝗻Where stories live. Discover now