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Un acuerdo

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Ten se volvió hacia Taeyong, que no dejaba de susurrar cosas extrañas con una absoluta aura de confianza...

La feromona Alfa se oscurece nuevamente para ese entonces.

Es tan intensa, que inevitablemente se da cuenta de que ya está comenzando a ponerse duro, aunque era aproximadamente menos de la mitad de una erección.

No era solo el tener que lidiar con las rutinas del Alfa y sus comportamientos obsesivos y erráticos... Si no que, incluso ahora, debido a su naturaleza dominante las feromonas que fluyen de su cuerpo hasta su nariz y su cabeza, parecen ponerlo bastante alerta. Estaba aterrorizado, definitivamente no tenía ni la más mínima idea de qué hacer con tantas feromonas y tanto calor en un espacio donde no tenía escapatoria.

Tal vez, incluso su propio ciclo de celo pueda explotar.

Aunque aún debería faltar un tiempo para eso, un Omega expuesto a un Alfa en celo también puede entrar en celo de un momento para otro... Pero claro, pasa lo mismo si un Alfa se mezcla demasiado con un Omega.

El propio Ten puede hacer que su rut estalle.

Hace cuatro años, después de ese día, su ciclo de calor nunca había sido lo suficientemente sorpresivo como para que no pudiera detenerlo antes, así que, ahora, se siente tan inexperto como un colegial.

Si no lo ha hecho con su propio cuerpo, ¿realmente cree que va a poder manejar a un hombre como él? ¡Por supuesto que no! Y además... Si uno de sus trabajadores descubre que es un Omega, si el propio Taeyong acerca un poco más la nariz y se da cuenta de que no huele como debería, el Alfa definitivamente reaccionará de la peor manera posible.

Estaba ansioso. Peor que eso, estaba muerto de miedo.

Se preguntaba si sería mejor revelarle que era un Omega antes de que todo se saliera de control... Pero, una parte de su mente dice que el estilo de vida semi despreocupado que ha tenido hasta el momento se desmoronara terriblemente bajo sus pies y... ¿Y cómo podrá seguir adelante entonces? ¿En serio es mejor revelarlo por adelantado en lugar de ser conocido más tarde? Siempre puede decir que tenía miedo, que se sentía amenazado y que por eso no lo reveló. Que no le preguntó.

De nuevo, no podía respirar.

—Ten, la razón por la que deseo que seas tú... Es por supuesto porque me siento atraído a ti.

Taeyong parecía poder ver perfectamente a través de las preocupaciones de Ten, y por eso abrió el silencio con esa primera frase.

Tal vez ni siquiera lo estaba diciendo enserio y era para apaciguar a un Ten en conflicto... Pero en realidad, el florista ni siquiera sabía lo que estaba diciendo. Se había perdido en alguna parte porque la conversación dentro de su cabeza era mejor.

Ten finalmente se despertó de sus pensamientos y enfrentó sus ojos azules mostrando sus ojos oscuros. Taeyong, recargado en la mesa de té, le muestra una sonrisa, extiendo los brazos y le sirve una copa de vino que fue traída por Wonho. Fue justo antes de que Ten bebiera que lo escuchó decir:

—También es porque eres un Beta.

Taeyong, que dejó su propia copa, había logrado murmurar algo muy extraño en voz baja. La confesión se elevó hasta la parte superior de su garganta y la bloqueó por un segundo.

—Yo... ¿Perdón? ¿Por que soy un Beta?

—Sí, como dije antes, los Omegas son desagradables... Además, todavía no tengo pensamientos futuros sobre tener un bebé.

dear sunoo│𝘁𝗮𝗲𝘁𝗲𝗻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora