dear sunoo│𝘁𝗮𝗲𝘁𝗲𝗻

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Fue cuando surgió una profunda sensación de cosquilleo en su nuca que finalmente se despertó.

Ten quería dormir un poco más y descansar sus músculos fatigados, pero, ahora y sin que pudiera darse cuenta, extendió una mano al aire y susurró:

—¿Taeyong?

Ten estaba sorprendido por lo rasposa que sonaba su voz, pero Taeyong solo estaba allí. Mirándole con una cara absolutamente brillante y perfecta. Sonrió, y fue tan intenso que Ten se sintió tentando en preguntarle qué estaba pasando.

Taeyong simplemente se abalanzó de inmediato y lo abrazó.

—¡Ten, lo logramos! ¡Realmente lo logramos, mi amor!

—Bueno, ¿Qué logramos exactamente?

Ten se endureció inconscientemente por la voz tan maravillada de Taeyong. El hombre había decidido sostenerle del rostro con ambas manos.

—Lo había olvidado, pero realmente es importante que lo sepas antes que nada. —la voz de Taeyong, clavándose en sus oídos, era el producto de una verdadera emoción. Ten todavía ni siquiera se despertaba por completo, así que no sabía que cosa decirle. Parpadeó... y de inmediato el Alfa lo besó con demasiado amor.— En tu nuca, mi marca está completa finalmente. Se ve perfecta.

—¿Sí?

Con su cabello todavía empapado en sudor, Taeyong terminó por susurrarle como si estuviera contando un secreto:

—Logramos enlazarnos a la perfección, mi amor.

Ten entonces se tocó la nuca de inmediato... Pero en realidad no podía sentir alguna diferencia.

—Esto... ¿Cómo se ve? ¿Es cómo un sello?

Taeyong se encogió de hombros.

—¿No es así?

—Es más bien, como un tatuaje.

—¿Sí? Es increíble.

A pesar de que su voz era temblorosa, Ten no pudo quitar la mano de la marca de su nuca. Lo tocaba, y luego lo tocaba otra vez. Incluso intentó mover un poco la cabeza para mirarlo y que aquella imagen se le quedara grabada en la córnea. No podía creer que este hombre ¡Justo Taeyong Lee! Realmente se hiciera suyo de la noche a la mañana. Es decir, el hecho de que se convirtiera en su Alfa todavía no tenía sentido.

—... Diablos, tú también la tienes.

—Sí, eso es verdad. Porque significa que yo soy tuyo, así como tú eres mío.

Ten miró a Taeyong otra vez. Parecía honestamente confundido y... tal vez incluso algo temeroso.

—... ¿Estás satisfecho con eso?

—¿Satisfecho? Por supuesto que no estoy satisfecho. ¡Estoy enojado porque nunca me dijiste que era un Omega! ¡¿Sabes todo lo que pudimos evitarnos?!

En respuesta a sus palabras tan firmes, Ten sonrió. Solo un poquito. Taeyong lo mira con la pupila todavía oscurecida.

—Pero... debes haber vivido toda tu vida ocultando el hecho de que eras un Omega, ¿No es verdad? No solamente a mí. Sé que todos tus conocidos tienen la idea de que eres un Beta y, también sé que ahora será difícil continuar aparentando tranquilidad debido a la marca que llevas encima. Sin embargo, quiero decirte que no estás solo en esto. ¿De acuerdo? Vamos a salir adelante. Tú y yo.