Capítulo 10

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***

Mierda.

Mi corazón comenzó a latir de una manera precipitada, la cara de Luis se transformó mostrando una seriedad que jamás había visto. Sentí la mano de Juliana soltar la mía, su expresión de decepción me hizo sentir como la peor basura.

—Necesito vomitar —dije sintiendo mi estómago cada vez más revuelto.

Me levanté directo al baño y mi abdomen se contrajo expulsando todo lo que llevaba dentro, sentí mis mejillas arder y mis ojos humedecerse, una lágrima descendió, traté de no llorar pero fue imposible, Luis entró al baño y sujetó mi cabello mientras terminaba de toser y escupir todo.

"Esto no me puede estar pasando a mi" le dije.

—Trata de calmarte, vamos al hotel a recoger nuestras cosas, nos vamos lo más pronto posible a CDMX.

Salí del baño y fulminé al doctor con la mirada.

—¿Dónde está Juliana?

—Se fue al hotel, déjala que procese todo esto. —La cara de Luis estaba inexpresiva.

—Necesito hablar con ella, Luis.

—Créeme que ella no quiere hablar contigo ahorita.

—Me siento la peor mierda.

—Lo eres, pero al parecer Juliana hace que quieras ser mejor persona, y eso es algo que no se ve todos los días, perra.


***

No puedo creer que esté embarazada... Esto es una locura.

Al llegar al hotel Juliana no estaba, sentí un hueco en mi pecho, realmente quiero verla, quiero estar con ella, no con Lucho.

Era la primera vez en mi vida en que quería hacer algo de verdad, y no podía hacerlo porque debía hacer otra. ¿Cómo colocas en una balanza lo que quieres vs lo que tienes que hacer?

Voy a tener un hijo de Lucho, y ahora es mi deber casarme con él.

Nunca había sentido esa sensación de tener un hueco en el pecho, tampoco me había preocupado nunca por los sentimientos de alguien más que no fuesen los míos, pero me preocupaba Juliana, quería hablar con ella, decirle que nunca nadie me había hecho erizar la piel con su voz, decirle que nunca había creído en las fulanas "mariposas en el estómago" hasta que probé sus labios, y hacerle saber cuán importante fue ese beso para mí.

En cambio, estoy entrando a la casa con los ánimos por el suelo, y Luis a mi lado cargando mi maleta.

—Ya me tengo que ir —dijo con cara de preocupación, él sabía perfectamente cómo me sentía—, cualquier cosa solo llámame, mi perris.

—Luis... dile a Juliana que lo siento mucho. —Mis ojos se llenaban de lágrimas de nuevo.

—Estoy seguro de que ya tendrán tiempo para conversar sobre esto, cuando tengan la cabeza un poco más fría.

Juliana ni siquiera abordó el avión con nosotros, simplemente no la volví a ver después del hospital.

Subí a mi habitación y un segundo después de cerrar la puerta comencé a llorar desesperadamente, lloré porque no quería tener un hijo aun, lloré porque no quería estar con Lucho, lloré por Juliana, porque sentí que la estaba lastimando y eso me dolía más a mí que a ella.

Escuche unos toques en mi puerta pero no dije nada.

—Vale —Santi me llamó desde fuera—, Vale, estás llorando, ¿Qué pasa?

—Quiero estar sola, Santiago. Vete.

No pasaron diez minutos y ya el chismoso de Santiago había traído a papá.

—Hija... ¿todo en orden?

No tenía opción, esto había que enfrentarlo lo más pronto posible, abrí la puerta y ambos pusieron cara de preocupación al verme, mi padre me tomó de los brazos y me acompañó para sentarnos en la cama, Santi se quedó parado en frente de nosotros.

—¿Qué te sucede, hija?

—Cuando...—Mi voz sonaba entrecortada— Cuando estaba en Miami, sufrí un desmayo...

—Dios mío —Santi colocó una mano sobre su pecho—, ¿estás bien?

—Sí, solo que... me hicieron unos análisis y...

—Ya dinos que sucede Valentina.

—Estoy embarazada.

Todo quedó en silencio por un momento. Mi padre frunció el ceño y solo dijo:

—Hay que adelantar la boda.

Una lágrima descendió del rostro de Santi y salió corriendo de mi cuarto.


***

Yo ni siquiera tuve que decirle a Lucho sobre mi estado, papá lo llamó esa misma noche, pude ver que la noticia le cayó como un balde de agua fría.

—¡Pensé que te estabas cuidando!

—Lo estaba haciendo, créeme que yo tampoco quería esto.

—Ustedes han cometido un pecado —dijo mi padre—, ¿qué va a decir la gente? La boda tiene que ser lo antes posible.

—Estoy de acuerdo contigo, papá —dijo Santiago bajando las escaleras—, ese niño tiene que nacer dentro de una familia bendecida por Dios. —Miró a Lucho con rabia.

¿En qué momento mi vida se convirtió en una mierda?   


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Holaaaa! en los proximos dias estare publicando mas caps, ya quiero que este drama termine y poder darles las escenas más románticas que se merecen la Val y la Juls de esta historia ;)

A la luna tu miradaWhere stories live. Discover now