Capítulo 20

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La oficial Olivia Bianco era una morena joven, de cabello lacio y ojos almendrados de un color negro intenso. Parecía ser una mujer agradable, pero la forma en la que miró a Juls cuando llegamos no me gustó para nada, aclaré mi garganta y entrelacé los dedos con los de MI novia, no soy celosa, solo cuido lo mío.

Nos miró con cierta sorpresa cuando notó mi mano con la de Juls.

—Muy bien, Oficial, ¿Cuáles son esos avances que ha tenido la investigación? —pregunté luego de sentarnos frente a ella.

—Sí, señorita Carvajal, como le dije anteriormente, de ahora en adelante seré yo quien lleve su caso, el oficial Rodríguez está trabajando en otra área.

—Gracias a Dios —dije—, me disculpa si es amigo suyo, pero ese señor nunca hizo bien su trabajo.

—No se preocupe, mis superiores me han hablado sobre la ineptitud de Rodríguez. Ahora bien, quiero mostrarle las fotos de algunos delincuentes capturados los últimos días, me gustaría que hiciera algo de memoria a ver si logra identificar alguno.

La oficial me mostró algunas fotos de hombres con aspecto desagradable, definitivamente entre todas las fotografías, había uno en particular cuya cara se me hacía conocida.

—Creo haber visto a este... la mañana que me rescataron, este tipo estuvo al lado de Manos de sangre disparando a la policía.

Tuve un flashback de aquel momento, y Juls sujetó mi mano con fuerza haciéndome sentir segura. La miré a los ojos y no necesitaba más para sentir paz.

—Todo está bien, mi amor —dijo.

La oficial aclaró su garganta.

—Estuve interrogando a este sujeto hace unas horas, efectivamente trabajó para Manos de sangre, y no solo eso... Forma parte de "Los Arrebatados" ha asesinado a unas siete personas de la comunidad LGBTQI+ en los últimos meses.

Un frío recorrió mi espalda al imaginar esos actos atroces.

—Oficial —dijo Juls—, el día del secuestro de mi novia, el oficial Rodríguez no quería organizar una búsqueda hasta que no hubiesen pasado setenta y dos horas, sin embargo, luego de todo el revuelo en redes sociales, organizó a varios de sus hombres y fue directo a la casa donde la tenían cautiva, ¿no le parece raro que haya dado con el paradero de una manera tan repentina?

La oficial asintió.

—Les diré algo —dijo bajando su tono de voz, como si fuese a decir un secreto—, Rodríguez está bajo investigación, él no lo sabe, vamos a mantener esto bajo perfil y en cuanto hayamos encontrado algo les comunicaré, porque es muy probable que tenga información valiosa para nosotros.

Tragué seco.

Luego de unos cuantos minutos conversando con la oficial, salimos de la delegación y mi ánimo estaba cada vez más bajo.

—¿Te sientes bien, mi amor? —preguntó Juls— No me has contado como te fue con tu papá.

La miré y mis ojos se humedecieron, me encogí de hombros y negué con la cabeza. "Hey, ven aquí" dijo ella para luego abrazarme, nada más curativo que los abrazos de Juliana Valdés.

—Papá no lo acepta, Juls —Mi voz sonaba entrecortada—, me dijo un montón de cosas sin sentido, como si hablarle de lo nuestro lo hubiese hecho perder la cordura.

—Yo estoy contigo en esto, Val. Vamos a afrontar esto juntas, ¿okay? Te amo.

—Y yo te amo a ti, Juls. Con todo mi ser.

A la luna tu miradaWhere stories live. Discover now