Capítulo 10.

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Martes 15 de septiembre de 2020

Luciano había desaparecido por alguna parte de la gran casa, no había rastro alguno suyo, Lea seguía junto a su amigo, aunque se habían alejado un poco de donde estaban, Theo y yo habíamos pasado mucho más rato conversando, que, cuando saqué mi teléfono para ver la hora, me impresioné; eran casi las doce de la noche. En él, se encontraba un mensaje de Leandro. Lo abrí para poder leerlo, mi cuerpo se llenó de nervios y ansiedad al ver lo que decía.

Desconocido: Alannah, ¿dónde están? ¿Por qué mintieron? No fueron al cine, ¿no?

¿Qué? Fruncí el ceño y palidecí al instante, ¿cómo se había enterado? Ah, todo estaba saliendo peor de lo que esperé.

Alannah: ¿Qué? ¿Qué dices? No sé de qué hablas 12:03 pm

Desconocido: Solo dime dónde se encuentran, iré por ustedes.

Mi rostro se pintó de terror, me giré a mirar a Theo, él esperaba, expectante. Pasé mi mano por mi cara, nerviosa de pies a cabeza. ¿Qué iba a hacer?

—¿Pasa algo? —preguntó cuando me quedé callada por varios segundos y miró el horror en cada centímetro de mi rostro.

—Es Leandro, se enteró, no sé cómo, que estamos en otro lado y no en el cine como le habíamos mentido —dije atropellando cada una de mis palabras.

Theo sacó su celular y comenzó a ver sabe Dios qué. Mi teléfono sonó entre mis manos, el nombre de "Desconocido" se dejó ver, debatí mentalmente en si responderle o no, al final, respondí a su llamada.

—Alannah, dímelo, no hagas que pierda los estribos —habló.

Mordí mi labio inferior. Pidiéndole a todos los Santos que se apiadara de mí.

—Leandro...

—Alannah, solo dilo, ahora —su voz sonó tan demandante que mi piel se llenó de escalofríos.

—Te mandaré la dirección por mensaje. Te lo contaré todo lo... —traté de decir, pero cortó la llamada.

Me apresuré en mandárselo, él lo vio, pero no respondió absolutamente nada. Ay, Dios, sabía que estaba enojado por haberle mentido, bueno, quizá sí tenía razón, yo sabía que lo tenía. Solté un grito por dentro. Tenía que ir en busca de Lea y Luciano. Dios, tan bien que se lo estaba pasando mi mejor amiga al lado de Ulysses. Me puse de pie.

—Fue Lisandro —dijo Theo luego de unos segundos.

—¿Qué? —dije confundida, sin entender a lo que se refería.

—Subí la foto que hice a mi historia de Instagram, él lo ha visto, estoy seguro que se lo dijo a su hermano —respondió. El enojo se acentuó en ambos—. Lo siento, Alannah.

—No te preocupes, ya está. Mejor ayúdame a buscar a Luciano, ojalá no esté haciendo cosas obscenas por ahí.

Theo asintió y se paró, entonces, mi objetivo "Buscando al trillizo menor", inició. Me encomendé a todos los Santos y salimos rumbo a cualquier parte de la casa. Pasamos primero por una gran cocina, había algunos chicos que comían unos brownies, supuse que esos de los que te llevaban al cielo por su agradable sabor.

—¿Crees que deberíamos revisar los dormitorios? —pregunté cuando cruzábamos la puerta hacia el jardín.

—Estoy pensando que sí —respondió Theo.

Entrecerré los ojos con una mueca disgustosa. No quería encontrar a Luciano en pleno acto sexual, sería muy perturbador para mi vista sensible. Pasé mis ojos por todo el jardín, Madre mía, había mucha gente por ahí. Algunos jugaban, otros bebían y fumaban, y otros simplemente se comían frente a los ojos de los demás. Vi a todos, pero ninguno era el trillizo. Joder, iba a matar a Luciano al día siguiente.

Dime que me AmasМесто, где живут истории. Откройте их для себя