Capítulo 19.

386 44 18
                                    

Jueves 01 de octubre de 2020

Darren estacionó su auto justo cuando Luciano estacionó el suyo, miré por la ventana y me giré a mirar a Lea para que me dijera algo al respecto. También estaba Leandro, su pequeña hermana había impedido que se sentara a mi lado.

Cuando llegué a casa, después del anuncio de mi noviazgo, me enfrenté a papá. Él se rio de mí cuando le recriminé por actuar como si no lo sabía. Me abrazó luego de hablar y me informó que se lo contaría a Esther para que no se alterara si me veía besándome con un chico. ¿Si me sonrojé? Claro que sí. ¿Si papá se rio? Sí, lo hizo. Pero fue mejor de lo que mi cabeza ansiosa había planeado.

Ahora solo quedaba contarle a Darren, a quien no había visto por días. Sabía que era el momento perfecto para hacerlo, tan solo tenía que bajar del auto, llamar su nombre y pedirle para hablar.    

—Ve, Alannah —habló Lea—. Anda dile que tienes novio y que toda posibilidad contigo se acabó.

—Lea, no hables así —dije.

—¿Qué? Pero es la verdad, además, sabes que ese idiota no me cae y no me caerá.

—Lea, por favor —insistió Leandro desde adelante. Su pequeña hermana rodó los ojos al oírlo.

—Ash, ya, me callo.

—Iré a hablar con él —dije—. Ya vuelvo.

Sin decir nada más, bajé del auto y caminé rumbo a Darren, para mi buena suerte la ventana de su auto estaba abierta. Me miró en cuanto me acerqué y le sonreí, sin embargo, él no devolvió mi gesto amable. Lo entendía, venía como si nada hacia él, le sonreía y esperaba que hiciera lo mismo, aun cuando había descuidado nuestra amistad.

—Hola —empecé a hablar, nerviosa por todas partes de mi cuerpo.

—Hola, Alannah —respondió, solté un suspiro que había estado reteniendo—. Sube.

Rezando a todos los Santos, di la vuelta y abrí la puerta para entrar. Miré al frente, sin saber qué decir exactamente. Ayer por la noche y durante el trayecto a la universidad había hecho un guion en mi mente, pero ahora simplemente lo había olvidado por completo. Estaba demasiado nerviosa como para poder recordarlo, pero me llené de fuerzas. Enfrentarlo en ese momento era lo correcto.

—Hola —susurré. Él seguía mirando al frente, no decía nada, así que lo lanzaría, no iba a darle más vueltas al asunto—. Darren, desde que nos conocimos formamos una bonita amistad que yo nunca esperé. Tenerte como amigo y en mi vida me hizo feliz, pasé los mejores momentos a tu lado y cada uno de ellos los llevo en mi mente y en mi corazón. No quiero romper esta amistad, por eso, quiero ser sincera contigo.

—Alannah...

Lo interrumpí.

—Llevo enamorada de Leandro Garson desde hace mucho tiempo. Cuando se fue a Italia mi mundo se vino abajo, él era mi único amigo y en quien confiaba demasiado. Esos años fueron tortuosos, pero aprendí a ser independiente. Tomé la decisión de olvidarlo, no sabía nada de él y lo mejor era olvidar esos sentimientos que había desarrollado. Pero este año todo se fue al carajo. Él regresó y con ello regresaron mis sentimientos. Leandro me confesó sus sentimientos y para mi tranquilidad y felicidad fui correspondida. Ahora él y yo estamos en una relación. Nuestras familias lo saben y ahora te lo cuento a ti.

Mientras hablé evité mirar a Darren, en cambio, miré al frente, donde estaba Leandro hablando con Lisandro. Al soltarlo todo me sentí aliviada y sin esa carga mental que me carcomía, pero aún me sentía nerviosa al no obtener una respuesta de parte de mi amigo.

Dime que me AmasWhere stories live. Discover now