O.S 🌸 [BakuTodo]

Sleeping

💥❄️🔥

   Nadie lo sabe, pero Shoto a veces llora mientras duerme.

Bakugo lo descubrió por casualidad.

Aizawa les había unido en un proyecto escolar, así que no tenían de otra más que juntarse para hacer la tarea. Habían escogido la habitación de Bakugo, donde decidieron terminar todo el trabajo (si era posible) en un día.

Estaban cerca del final cuando Todoroki se quedó dormido. Bakugo le hubiera despertado a base de gritos y empujones, pero el chico había hecho incluso más que su parte, así que le permitió descansar.

Mientras terminaba lo que faltaba, Katsuki no pudo no pensar en lo lindo que se veía Shoto durmiendo. Estaba allí recostado sobre la mesa, no podía no verlo, notando ese pequeño detalle que le irritaba.

Usualmente no pensaba así sobre nadie, pero el estúpido mitad-mitad era una excepción. No sabía cuándo se había vuelto una, pero realmente no le interesaba. En lo más profundo de su ser, la parte que no quería superarlo, realmente le agradaba. Sin embargo, debía admitir, no de la misma manera que le agradaba Kirishima. Había algo más especial en Todoroki, pero no podía decifrar qué era, lo que le causaba una horrible frustración. Era algo que le hacía comportarse menos rudo a su lado, menos grosero, algo que le calmaba.

Volviendo a la tarea, Bakugo se sorprende cuando escucha a Todoroki hacer unos pequeños ruidos, como si murmurara. Le hace pensar que está despertando, así que la da una mirada listo para decirle que era un bastardo débil por haberse quedado dormido, pero encuentra algo que le congela y le deja sin palabras.

Shoto seguía durmiendo, pero también estaba llorando.

Pequeñas lágrimas se deslizan por su rostro a la mesa, su ceño está fruncido con fuerza como si algo le doliera.

—Hey. —Katsuki le llama pero no reacciona, acercándose a su lado para tomar su brazo y moverlo un poco. —Estupido mitad-mitad. —no recibe respuesta, así que se acerca para escuchar lo que tanto balbucea.

—Papá... Detente... Por favor... No lo entiendo. —eran un montón de cosas sin sentido, pero Bakugo se hace una idea atrapando algunas palabras. Debía estar teniendo una pesadilla, quizás un recuerdo desagradable sobre su padre.

Suspirando con frutración, Bakugo pasa una mano por su cabello antes de dar una mirada por toda la habitación, como si alguien fuera a aparece para ver lo que iba a hacer. Pero estaban solos, así que podía actuar con seguridad. Colocando una mano sobre la cabeza de Todoroki, comienza a acariciar su cabello.

—Ya. Ya. Todo está bien. —dice suavemente, un tono que no usaba mucho con nadie. —Nadie puede lastimarte ahora. —limpia una de las lágrimas que corre por la mejilla del mitad pelirrojo.

—Mamá. —Shoto suspira y sonríe, suavizando su rostro a una expresión linda otra vez.

—Si, idiota, soy tu madre. —Bakugo se burla, pero regresa la mano al cabello del chico dormido en su habitación, acariandolo un poco más.

Se pregunta si aquello era algo normal, si lloraba seguido todas las noches por pesadillas que no le dejaban descansar.

Le gustaría estar presente para calmarle cada que eso ocurriera.

Y se sorprende por querer algo tan tonto, por lo que aparta la mano como si Shoto le hubiera quemado, pero simplemente había sido el miedo por pensar algo tan aterrador.

¿Por qué quisiera hacer algo tan ridículo? Ni siquiera le gustaba el bastardo de Todoroki...

Dándole una mirada más...

—Maldición. —aprieta sus dientes. No, el estúpido mitad-mitad no le estaba comezando a gustar.