Capitulo 11

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El seño de sorpresa ante la manera en que había tomado en brazos al niño se desvaneció en ese momento, la magnifica mansión, iluminada con lo que parecía un centenar de luces, que tenia delante captó su atención, Jimin recordó abstraídamente lo estricta que había sido Jennie con ella al respecto a dejar encendidas las luces innecesarias, ya que su tutor prestaba mucha atención a todos los asuntos relacionados con los gastos de la villa.

—Claro que Jennie nunca lo habría dicho, ni siquiera habría pensado algo tan irrespetuoso de un miembro de tu ilustre familia —musito Jimin.

—¿De qué hablas?—Preguntó Jungkook conforme atravesaban el espléndido camino que conducía a la imponente puerta principal.

—Tu padre era inmensamente rico, pero avaro—reflexionó Jimin—. Muy triste, parece que lo único que la hacia disfrutar en la vida era ahorrar dinero.

Algo totalmente cierto, pero nunca se lo había dicho a la cara a Jungkook .

—Supongo que le habría dado una apoplejía si hubiera visto todas esas luces encendidas...—añadió Jimin, entrando ala mansión sin mirar atrás.

Jisso, la niñera, resultó ser una mujer joven, muy amable, sólo un padre excesivamente posesivo habría rechazado su ayuda, concedió Jimin con tristeza, una habitación del primer piso había sido dispuesta como habitación infantil, y ninguno de los bebés se despertó cuando los metieron en sus cómodas cunas, cuando Jisso iba adormir en el cuarto ajeno, Jimin se despidió y salió al pasillo.

Era más de medianoche y se sintió avergonzado al ver que el ama de llaves aún la estaba esperando pacientemente, incomodo por las atenciones personales y el hecho de que le hubiera desecho el humilde equipaje, Jimin se puso rígido al notar que se dirigía a el como un hombre casado, con todo, lo más sorprendente fue cuando la mujer abrió la puerta del dormitorio de Jungkook y se hizo a un lado para que pasara.

Durante su corto matrimonio, Jungkook lo había sentenciado a un dormitorio al fondo del pasillo y no se le había ocurrido pensar que fuera a ser diferente esa vez, claro que no había tenido tiempo de considerar las implicaciones de reaparecer en la mansión como su esposo reconocido. Pensó que lo más adecuado sería quedarse en una de las habitaciones que había junto ala de él.

Sin embargo, antes de que le diera tiempo a salir, algo la detuvo, la enorme y suntuosa habitación estaba presidida por una magnífica cama con dosel situada sobre un pequeño estrado. Jungkook había dormido en ella desde los ocho años, entre maravillosos brocados, fabulosas pinturas y los mejores muebles.

"Jungkook nunca fue como los demás niños, siempre fue muy serio", había dicho Jennie. ¿Y qué otra cosa podría haber sido? Hijo único, nacido en el seno de un matrimonio que vivía en las alas distintas dela mansion y llevan vidas completamente separadas. ¿Acaso era de extrañar que Jungkook, cuyos instintos naturales habían sido aplastados en su niñez, fuera tan reservado, controlado e inhibido a la hora de mostrar afecto?

Y aún así, Jungkook había traspasado sus propias barreras por Jimin, la había reconfortado cuando lo separaron de su madre a los nueve años y había vuelto a hacerlo cuando tenía veinte años.

La puerta que había a sus espaldas se cerró suavemente, perplejo se encontró dentro de la enorme habitación de Jungkook en la que se había colado la noche de la concepción de los mellizos y quitado algunas bombillas para crear una atmósfera más íntima, el recuerdo hizo que se encogiera.

—Creía que ya estarías en la cama— dijo Jungkook con una insufrible falta de expresión, lo dijo despreocupadamente, como si llevaran años compartiendo habitación.

UNA NOCHE CON JIMIN - KOOKMINWhere stories live. Discover now