Capitulo 23

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Jimin asintió lentamente, como si quisiera que continuara, Jungkook hizo un gesto brusco con las manos y se apoyó en la puerta, cerrándola de pura frustración, echó la cabeza hacia atrás, los puños apretados.

—Soy muy, muy posesivo contigo, sé que no está bien, pero así es como parece que soy—Parecía avergonzado de admitirlo, de pronto Jimin sintió la necesidad de poder verlo mejor de lo que la luz de la luna permitía y se incorporó para encender la luz, se encontró entonces con unos ojos a la defensiva y le dolió por Jungkook como si le atenazara el corazón.

—Me alivió saber que Namjoon y tú nunca fueron amantes, pero eso tampoco estuvo bien...

—Así que eres como el perro del hortelano—murmuró Jimin en tensión.

—No lo había pensado...—un destello de consternación cruzó su seria mirada y a pesar de la tensa atmósfera, Jimin casi sonrió.

—¿En qué más has pensado? —preguntó Jimin.

—En que interpreté ciertos acontecimientos de la forma que más me convenía—admitió—Creo que me casé contigo porque sabía que tarde o temprano perdería el control y terminaría en la cama contigo.

—Pero Jungkook, cuando lo conseguiste, ya no me querías, fui tu esposo seis semanas...

—Y desde el principio dije que no sería un matrimonio de verdad, soy muy testarudo—dijo Jungkook con irritación—Si me acostaba contigo, sería un matrimonio de verdad, un compromiso serio, un compromiso que no me había parado a considerar en aquel momento de mi vida.

—De modo que pensaste que si te acostabas conmigo, tendrías que cargar conmigo y eso te bastó para mantenerme lejos en una habitación al fondo del pasillo —dijo Jimin con evidente amargura — Gracias por aclarármelo.

—Lo hice tanto por ti como por mí ¿Reconocerás por una vez que pasé las seis semanas esperando la muerte de mi padre de un momento a otro?—preguntó Jungkook —Se que piensas que soy insensible y frío, pero tenía mucho más en mente que mis propias necesidades físicas.

Jimin se sonrojó violentamente de vergüenza. Bajó la cabeza incapaz de creer como había podido pasar por alto la difícil situación de aquellas semanas.

—Sí...

—Estaba bajo mucha presión y tú resultabas muy apetecible, pero no quería usarte sólo para... aliviarme—dejo escapar la última palabra muy lentamente.

En ese momento, Jimin levantó la cabeza, los ojos inundados de lágrimas.

—Así que usaste a Lee Ji Eun en mi lugar— Jungkook lo miró completamente atónito.

—¿Cómo sabías lo de Ji Eun?

—Pensé que habías terminado con ella... hasta nuestra noche de bodas, cuando te oí hablar por teléfono—dijo, atragantándose con las lágrimas.

Jungkook le apartó el pelo de la mejilla, sus increíbles ojos llenos de remordimiento, pero también de perplejidad.

—Y aun así no dijiste nada... ¿tú, que puedes hacer una montaña de un grano de arena, no dijiste nada sobre algo mucho más importante?—dijo Jungkook.

—Pasaste nuestra noche de bodas con ella.

—No seas tonto —gimió Jungkook—¿Cómo pudiste ser tan tonto?

—Te oí decir que ibas para allá...

—Para devolverle mí juego de llaves de su casa—al parecer poco impresionado por el ceño de incredulidad de Jimin, Jungkook expulsó el aire con un silbido de incomodidad—Es mi única excusa, fue una tontería y ella también se sorprendió de verme aquella noche, pero yo necesitaba salir de casa y me agarré a la primera excusa que se me ocurrió.

UNA NOCHE CON JIMIN - KOOKMINOù les histoires vivent. Découvrez maintenant