Capítulo 22

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Jungkook se quedó de piedra, mirando su rostro encendido.

—¿Nunca...?

—No tengo deseos de seguir hablando del tema —dijo Jimin, dándose la vuelta la mano de Jungkook se posó en su hombro para retenerlo.

—Jimin

—¡No! Estoy muy enfadado contigo. ¿Por qué no puedes admitir que tienes sentimientos humanos como los demás? ¡Pero en vez de eso, me menosprecias como si hubiera hecho algo malo! Eso es lo que no puedo perdonar.

La última parte del viaje, lo hicieron en helicoptero.

—¡Ahí está la villa!—gritó Jungkook por encima del ruido de las hélices.

Jimin contempló un asombroso desfiladero cubierto de árboles y vio la villa con el tejado de terracota coronando una colina, hasta ella llegaba una tortuosa carrera que viraba y viraba y viraba entre los árboles, pero no había coches, era una carretera privada.

Bajó del helicóptero con Venus en brazos y fue a inspeccionar la villa, oculta por una muralla vegetal de gigantesco cipreses y hayas, la piedra pulida por el clima que relucía como el oro a la luz del atardecer... Pero por dentro era aún mejor. Suelos de mármol, muebles elegantes y cómodos, lámparas y jarrones ornamentales, hermosos dormitorios y cuartos de baño y dos cunas equipadas, para los mellizos.

—¿Cómo has conseguido este sitio avisando con tan poca antelación?—se oyó preguntar, a pesar de que había estado ignorándolo todo el tiempo.

—Pertenece a la familia desde hace un tiempo.

Debería haberlo sabido, privada, exclusiva, equipada con todo tipo de lujos.

—¿Eso que hay ahí es un jacuzzi?

—Si

—No voy a meterme ahí.

Jimin lo oyó exhalar de forma audible, pero se fue a ocuparse de sus hijos, a los que ya les había puesto el pijama en el jet.

—No tendrás que cocinar ni nada...

—Oh, lo sé, no querrás morir envenenado, ¿verdad?

Ignorando el comentario, Jungkook mencionó que una asistenta iría dos veces al día, y que se quedaría si querían salir a cenar.

—Si me das la oportunidad, quiero disculparme—dijo Jungkook con tono plano.

—Olvídalo... perderás el tiempo. Estoy más que harto de que siempre me estés criticando...

—Jimin de verdad que quiero que éste sea un viaje especial, acepto que lo he estropeado, pero no es propio de ti guardar rencor.

—No, es una pena—replicó Jimin, con los ojos brillantes—No vacilaste a la hora de censurar mis acciones, ¿por qué debería hacerlo yo? ¡Y eso que me contuve!

—Si tienes algo que decirme, dilo...

—¿Tienes bolígrafo?

Frunciendo las oscuras cejas, sacó una pluma de oro del bolsillo interior de la chaqueta.

Jimin se acomodo en el sofá y comenzó a escribir.

—¿Qué haces?

—Eres muy listo a la hora de discutir, quiero asegurarme de que no se me olvida nada.

—Creo que iré a dar un paseo por la playa y tal vez cuando vuelva...

—¿Me habré calmado?—Terminó Jimin con una risotada—Ni lo sueñes Jungkook, bien, ¿estás listo?

UNA NOCHE CON JIMIN - KOOKMINWhere stories live. Discover now