Nuestra participación a tres retos Taletober 2022 (de mano de EcosDeTinta, Huecoliterario e inkarnate) cuenta el viaje de un soldado que, caído en batalla, lucha por regresar a la vida... y a su familia. ¿Pero quién es, y cuál es su historia? Cada...
El acero había silbado hasta quedarse sin aliento. Espadas, cuchillos y flechas hendían el aire, lo cortaban, lo atravesaban, hasta que ya no se podía respirar.
«No quiero morir aquí». El pensamiento había llenado sus oídos, y en su mente solo podía ver imágenes de su esposa. «Tengo que volver». Pero siguió luchando, porque era un guerrero, un soldado, porque su credo era el honor, la libertad y la paz... y por eso su espada estaba manchada de sangre.
Ya no había silbidos, no del acero. La llanura estaba cubierta de cadáveres, y lo que se oía eran moscas y cuervos... y los débiles gemidos de los supervivientes.
Con la vista desenfocada y los miembros pesados, miró alrededor, desorientado, preguntándose cuándo había terminado todo aquello. Vio dos sombras a lo lejos. Le temblaron las manos.
«No puedo más», pensó, y de pronto el arma ya no estaba entre sus dedos, sino en el suelo, sangre sobre sangre. Cayó de rodillas, clavando la mirada en aquellas distantes figuras que se acercaban a toda prisa. Un hombre alto y pelirrojo. Una mujer de vaporosa túnica. «Lo siento, Lluvia».
Al llegar al suelo, Kaiden ya estaba inconsciente.
Cuando abrió los ojos, lo hizo desorientado, perdido. Sobre él había un techo de paja, y el penetrante olor del incienso y las hierbas cargaba el aire. Algo burbujeaba en alguna parte.
—Tranquilo —pidió una voz de raro acento—. No te muevas.
La mujer, pensó. El rostro asomó en su campo de visión. La desconocida sonrió, el pelo recogido, los ojos cansados, el medallón colgando de su cuello: el intrincado nudo de bruja era un símbolo de protección, y Kaiden de pronto se sintió a salvo.
Una mano gentil le acarició la frente.
—Tu viaje va a comenzar —dijo ella—. No va a ser fácil. El veneno tiene que salir. Tú tienes que... pasar a través de él. ¿Sí?
El joven soldado apenas entendía sus palabras. Estaba muy, muy cansado. Cerró los párpados. La negrura lo envolvió y lo arrastró, poco a poco, hacia la inconsciencia. Intentó aferrarse al recuerdo de su esposa, pero la magia era más fuerte. El sueño tiró de él. Las pesadillas que esperaban.
El corazón le dio un vuelco. Sombra. ¿Dónde estaba Sombra? Intentó preguntar por su fiel montura. No recordaba dónde la había dejado. No recordaba...
De pronto, no recordaba nada. No era nada.
Kaiden volvió a quedarse inconsciente... y dio comienzo la travesía por sueños, pesadillas y recuerdos. Si salía victorioso, regresaría a casa. Si no, nunca volvería a ver a su familia.
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