Vol 2. 5. Ceremonia de las cenizas

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Lo primero que notó Khorne al acercarse de nuevo a la cama de su compañero fue la delicada expresión del chico que en ella yacía, tenía los ojos cerrados y respiraba tranquilamente. No pudo evitar inclinarse sutilmente hacia el peli café y mirarlo con una vaga sonrisa plasmada en su rostro. Estaba feliz de poder estar con alguien que lo acompañara durante toda su travesía de vuelta a Ruson.

Ligeramente bajó hasta estar a pocos centímetros de la cara de Oliver y extendió la mano hacia su frente, moviendo su fleco hacia al lado y sonriendo para sí. Hacía mucho tiempo que se sentía de esta manera, tan calmado y feliz; procedió a bajar un poco más y suavemente besó la frente del menor. El beso fue tan delicado y rápido que podía asimilarse a una libélula volando. Después de aquello, Khorne se levantó y se devolvió a su cama y se recostó.

A la mañana siguiente el primero en despertar fue Oliver, que abriendo los ojos perezosamente se levantó de su cama y se estiró, tal cual gato. Tenía que seguir entrenando su energía espiritual pero le cansaba mucho, suspiró suavemente y decidió cambiar de tema para no pensar eso tan temprano. Más bien recordó el sueño que tuvo anoche; a pesar de que Oliver soñara mucho, no siempre recordaba bien lo que pasaba en sus sueños, generalmente solo recordaba imágenes o sentimientos pasajeros. Pero hoy, sorpresivamente podía recordar exactamente lo que pasaba en su sueño.

Comenzaba con él en su casa en su anterior mundo, hacía su rutina de la mañana como siempre, o bueno, como antes, y salía al parque que quedaba cerca a su casa. En su anterior vida no solía salir a muchos lugares, mucho menos solía salir al parque, pero, sueños son sueños ¿no?

Es así que salía con dirección al parque, recordaba sentirse feliz y tranquilo, era un día soleado de verano y no había mucha gente en el sitio donde él estaba. Se recostó suavemente en el pasto para poder disfrutar el sol de la mañana; ocasionalmente escuchaba niños jugando y personas hablando de su día a día. Sin embargo de un momento para el otro sintió algo levemente tocarle la frente, no era una mala sensación, de hecho, lo opuesto de eso, se sentía bien y le traía extrema felicidad.

Abrió los ojos momentáneamente para ver que en su frente se encontraba una libélula de color rojo posada en su frente, se rió un poco y el bichito resumió su vuelo. Volvió a cerrar sus ojos y concentrarse en disfrutar su mañana, mientras pensaba en esa pequeña libélula que se posó en él y recordaba que existen libélulas de muchos colores pero una roja era extremadamente especial, o bueno, por lo menos eso le había dicho su madre, que era una amante de los bichos e insectos.

Luego de esto es que despertó, de nuevo, en este mundo tan extraño a su anterior.

Recordando el sueño no pudo evitar pensar si en este mundo también habrá libélulas, "Quisiera ver una si tuviera la oportunidad" murmuró hacia sí. Dejándose de tonterías, decidió dirigirse al baño para limpiarse, en el lugar donde se estaban quedando los baños solo contaban con una tina de madera donde había agua y se podía calentar por medio de energía espiritual, por lo que poniendo en práctica todo su entrenamiento hasta ahora, se concentró y extendió sus manos hacia la tina.

Lentamente el agua empezó a sacar vapor, y Oliver satisfecho consigo mismo, empezó a quitarse la ropa para meterse al agua. Una vez habiendo probado la temperatura con su mano, decidió que estaba bien y se sumergió. El agua cálida le mojaba la piel suavemente, y era bastante cómodo estar allí, por lo que para evitar quedarse dormido otra vez, empezó a lavar su cuerpo con el jabón de sándalo que había allí.

Khorne se despertó al escuchar el ruido en el baño. Abrió los ojos y dirigió la mirada a la otra cama, viendo que nadie se encontraba en ella, pensó que Oliver debía estar tomando un baño así que decidió que iría a buscarles algo de desayunar. Se estiró un poco y se puso sus botas para salir. Pero antes fue al baño para poder saludar a su compañero y preguntarle que quería desayunar.

La vez que transmigré a una novela de sementales y la volví gay  Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu