La vez que transmigré a una novela de sementales y la volví gay

Vol 2.6. ¡Vaya suerte!

Después de pronunciar estas palabras, Lao Haoran comenzó a moverse lentamente al tiempo que una suave música le acompañaba. Sus movimientos eran fluidos y hermosos, indudablemente era parte de la realeza, y esto no fue pasado por alto por la audiencia, que lo veían atónitos. De repente levantó sus brazos y delicadamente empezó a hacer fluir energía espiritual por ellos, rápidamente estos reaccionaron y  pequeñas llamas salieron de las yemas de sus dedos, levemente iluminando su bello rostro y resaltando su lunar rojo, que lo hacía ver como una belleza misteriosa que pretendía seducir a la audiencia con su danza.

Al ver esto, inevitablemente Oliver solo pudo quedarse observando al muchacho en el escenario, su cabello rojo contrastaba hermosamente contra su piel blanca y era simplemente majestuoso. Un ligero rubor se postró en la cara del transmigrador, puede que sea un extraño en este mundo pero no era ciego, Lao Haoran definitivamente merecía ser amigo del protagonista; es así que se llenó de emoción y volteo hacía Khorne con intención de convencerlo de hablar luego de la ceremonia con el príncipe, no cabía duda alguna que se llevarían bien y podrían ser amigos cercanos. Orgulloso de haber podido entrar a la ceremonia y poder tener la suerte de encontrarse con uno de los personajes de la historia original, Oliver le dijo a Khorne: "¿No te parece interesante el hijo del emperador? Es deslumbrante, como si su presencia avivara el escenario".

Khorne al escuchar su comentario solo se limito a mirar perezosamente hacia el escenario y luego de unos minutos volteo de nuevo a ver a Oliver "Es definitivamente alguien interesante... pero no es para tanto, ¿no crees?" respondió al menor. El pelicafé evidentemente estaba decepcionado con esa respuesta, si el protagonista no consideraba llamativo a su futuro mejor amigo, entonces ¿cómo iba a poder avanzar la trama bien? Después de todos los cambios por los que tuvo que pasar la pobre trama original debido a Oliver, sería una catástrofe si Khorne decide abandonar a uno de los personajes secundarios más importantes.

Oliver se quedó callado y solo suspiro levemente, en serio es difícil ser un transmigrador. Volviéndose al escenario  se dio cuenta que la ceremonia ya estaba por terminar y al parecer Lao Haoran había estado todo este tiempo usando su energía espiritual para mover las llamas, que habían aumentado bastante; ahora fácilmente podían ser moldeadas como aves fénix que elegantemente sobrevolaban al príncipe, la escena era bellísima. Si Khorne no iba a querer tener una conversación con el pelicafé, entonces lo mejor que el menor podía hacer era apreciar el espectáculo que estaba frente suyo.

Al pasar unos dos minutos la ceremonia terminó con una ave fénix hecha en llamas sobrevolando la audiencia y finalmente convirtiéndose en pequeñas cenizas rojas que caían suavemente sobre el público. Al acabar la ceremonia, un gran aplauso arrasó con todo el sonido, era obvio que el espectáculo fue uno memorable y grandioso. Lao Haoran hizo una reverencia a la audiencia y habló amablemente "Muchas gracias por haber asistido a la ceremonia de las cenizas, igualmente agradezco la oportunidad de haber podido estar aquí" sonrió ligeramente. Oliver sabía que el banquete ocurriría poco después de la ceremonia, por lo que si querían asegurar una entrada, tenía que ser antes de que empezará.

Lao Qingren todavía tenía que hacer su aparición y era ahí el mejor momento para poder mostrarle el libro que sería su lo que llevaría a que la trama avanzará debidamente.. Justo luego que el príncipe hubiera terminado su presentación, el emperador subió al escenario junto con su consejero y nuevamente un gran aplauso se escuchó en la plaza, Lao Qingren no era un viejo, pero se podían notar los rastros del paso del tiempo en su rostro, esto lo hacía verse sabio; al igual que su hijo tenía el pelo de un delicado color vino tinto, sin embargo lo que le daba esa vibra de autoridad eran sus ojos dorados con los cuales miraba al público.  Lao Qingren se dirigió a sus súbditos y expresó su gratitud y orgullo de tener el privilegio de poder ser el emperador del pueblo fénix, durante todo este discurso Oliver estaba maquinando cómo es que podía lograr que el libro que Lao Qingren le había escrito a la madre de Khorne llegará a manos del emperador.