𝙏𝙝𝙚 𝘽𝙤𝙮𝙨|| Después de años intentando rehacer mi vida, todo se fue a la mierda en cuanto nos vimos obligados a buscar un arma para acabar con Homelander. ¿De qué manera se jodió todo? De la peor forma posible, un viaje a Rusia.
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-𝙜𝙖𝙩𝙤 𝙣𝙚𝙜𝙧𝙤
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𝘔𝘢𝘳𝘻𝘰 17, 1944
Las pruebas de laboratorio del día anterior habían consistido prácticamente en pruebas de sangre, que fueron acompañadas de estimulantes para ver un "rápido avance" o desarrollo en nosotros.
Hoy eran igualmente pruebas de campo, en donde se dieron el tiempo de explicar cómo se llevarían a cabo las cosas durante los próximos días; tres días a la semana vamos a tomar un descanso para después, durante el cuarto día, ir a las pruebas de laboratorio a ver si habría un avance. Al quinto día, que son las pruebas de campo, pondremos en práctica los avances, e iremos a pruebas de laboratorio el sexto día. Complicado todo, o al menos a mi parecer.
¿Las pruebas de hoy? Probar con súper fuerza y ejercitar las habilidades ya adquiridas.
Según los doctores que nos asistirán a cada uno de nosotros -que eran dos por persona- nos comentaron que una característica muy notoria del compuesto era que amplificaba la fuerza humana en un 70% más, y podía variar hasta un 100% dependiendo si la persona adquiría alguna otra habilidad durante el proceso. ¿Me emocionaba? Bueno, sí, lo hacía y mucho. No sabía si yo tendría alguna otra "habilidad" para mostrar, pero ¿a quién no le emocionaría saber que podría tener más de un solo poder? Quizás poder volar y lanzar rayos láser por los ojos, o comer sin engordar, eso sería muy útil.
-Ya nos mostraste lo que podías comenzar a hacer... y ahora queremos ver cómo vas a desarrollar eso -murmuró el doctor Isaacs-. Tus poderes son como un músculo más, Hadelyne, piensa en ellos de esa manera.
Asentí, mientras miraba fijamente los tiros al blanco que habían puesto a unos doce metros de mí para que practicará mi puntería con los ojos láser, así como también los enormes cubos de concreto que tenía a un lado para intentar levantar. Ambos doctores habían esperado que hiciera algo durante al menos los diez minutos que llevaba mirando los puntos rojos a la distancia, pero aún nada había pasado.
Había tratado de pensar en algún recuerdo que me molestará y concentrarme en el sentimiento que había obtenido durante aquellos momentos pero parecía que solo había servido para encender dos puntos rojos en mis ojos.