xiii. 𝑛𝑜𝑡ℎ𝑖𝑛𝑔 𝑤𝑟𝑜𝑛𝑔 𝑤𝑖𝑡ℎ 𝑡ℎ𝑎𝑡

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⊱⋅ Octubre 22, 1945 ⋅⊰

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⊱⋅ Octubre 22, 1945 ⋅⊰

Finalmente era lunes, la hermana Carlotta se había ofrecido a cuidar de los niños bajo excusa de que yo necesitaba descansar e ir a cenar con mamá, pero muy en el fondo sabía que mamá se lo había pedido. Ben había llegado hacía ya cinco días, por lo que seguramente mamá le había pedido que me sacará de ahí por una noche.

Estaba sentada en la sala junto a Sam mirando El retrato de Dorian Gray mientras mamá estaba en la cocina hablando con Ben sobre algunas cosas, mayormente le decía que tuviera cuidado conmigo porque era de carácter fuerte, así como también le comentaba algunas cosas más. Entre su conversación, alcancé a escuchar que mamá le comentaba sobre mi relación con papá y lo difícil que fue para mí llevarme bien con él, además de lo difícil que fue para ella que yo le tuviera confianza.

Ben solo se limitaba a decirle que así solían ser los hijos con algunos padres, y comenzó a contarle a mamá que él era hijo de un hombre de dinero, que su papá era dueño de la mitad de las acerías de la ciudad, por lo que escuché uno que otro comentario positivo por parte de mamá hacia él.

Sam, que se encontraba sentado en un cojín sobre el suelo, golpeó suavemente mi pierna llamando mi atención y una vez la tuvo, me miró sonriente mientras asentía en un gesto de aprobación.

-¿Qué? -fruncí el ceño, disgustada por su actitud.

El quitó aquella sonrisa, mientras levantaba ambas manos en señal de paz, para después reírse.

-Creo que es un buen hombre -murmuró-, incluso luchó en la guerra.

Me aguanté las ganas de golpearlo y dispararle con los rayos láser a Ben, ambos eran unos idiotas. No podía creer que Sam se creyera esa mierda de que Ben realmente estuvo en el ejército luchando con los alemanes, cuando en realidad se quedó en Estados Unidos para ser un mono en monociclo, mientras yo era quien luchaba.

¡Utilizaron mi maldita imagen para hacer un cartel que hablaba sobre las enfermeras en las trincheras!

-Pendejo... -murmuré, para después darle un zape a mi hermano.

Él se sobó y me miró con el ceño fruncido. -¡Oye, eso duele! -se quejó.

-No soy tan fuerte -bufé-, así que no te hagas la víctima.

-Hadelyne, eres más fuerte que yo, lo que significa que vas a matarme de una cachetada... -se levantó del suelo y tomó asiento a mi lado en el sofá.

-¡Genial! Un punto a mi favor -respondí con una gran sonrisa.

-¿Quieres ir a ver qué hacen para comer? -preguntó malicioso.

𝙐𝙉𝘿𝙀𝙍 𝙏𝙃𝙀 𝙏𝙄𝘿𝙀 || 𝙎𝙊𝙇𝘿𝙄𝙀𝙍 𝘽𝙊𝙔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora