𝙏𝙝𝙚 𝘽𝙤𝙮𝙨|| Después de años intentando rehacer mi vida, todo se fue a la mierda en cuanto nos vimos obligados a buscar un arma para acabar con Homelander. ¿De qué manera se jodió todo? De la peor forma posible, un viaje a Rusia.
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-𝙙𝙖𝙙𝙙𝙮 𝙞𝙨𝙨𝙪𝙚𝙨
Mis latidos se aceleraban cada vez más a medida que papá se acercaba, había llegado borracho otra vez y había golpeado a mamá por decirme que me fuera de la casa. Siempre estaba fuera antes de que él llegara y solía quedarme en casa de Thomas toda la noche, por lo que era cotidiano para mí dormir fuera después de ver a papá golpeando a mamá, sin embargo, esta noche en específico, el viejo Butcher había decidido ir detrás de mí y posiblemente llevarme a casa arrastrada del cabello. No me sorprendería. Lo que sí me sorprendió fue que me tomara por el brazo y en un constante forcejeo entre ambos me llevará con él hacia un oscuro callejón.
Estaba molesto, lo sentía, pero también sabía que estaba errático y no escucharía razones o mis súplicas por que dejara de golpearme; después de todo, él solía decir que los golpes nos hacían más fuertes.
Él era igual con mamá, con Sam y conmigo, por lo que no me quejaba de que solo fuera así conmigo. A Sam solía coaccionarlo constantemente para que practicará algún deporte, insinuando que eso era de hombres, y a mamá solía decirle que me enseñará a hacer los quehaceres de la casa, porque eso es lo que una buena mujer hace. Sí, sin embargo, esa no era la mierda más machista que podría decir.
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𝘔𝘢𝘳𝘻𝘰 30, 1944
El entrenamiento había terminado finalmente, habíamos comenzado con el combate cuerpo a cuerpo en donde nos había tocado a Ben y a mí pelear contra un par de soldados entrenados. Claro que eso habría sido trampa porque ¿poner a soldados altamente capacitados a luchar contra dos inexpertos? por supuesto que lo era.
-¿Cómo está tu ojo? -preguntó Ben, acercándose a mí y entregándome una bolsa de hielo.
Mi cara había recibido un par de golpes, y cuando decía un par me refería a demasiados. Mi pómulo izquierdo estaba demasiado mallugado, mi ceja estaba rota, mi labio inferior hinchado, mi ojo inflamado y mi nariz sangrando, eso sin contar que mi cabeza daba vueltas.
Miré a Ben mientras ponía la bolsa de hielo sobre mi pómulo, él se veía mucho mejor que yo a decir verdad, ya que no había recibido tantos golpes.
