xii. 𝙢𝙞𝙙𝙣𝙞𝙜𝙝𝙩

293 30 14
                                    

⊱⋅ Octubre 17, 1945 ⋅⊰

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

⊱⋅ Octubre 17, 1945 ⋅⊰

La noche pasaba rápidamente al igual que el resto de noches desde que había llegado a Londres con mamá y Sam. Papá había fallecido hace algún tiempo, por lo que solamente eran mamá y Sam, así que mamá había retomado su puesto como monja en un orfanato aquí en Devon.

Cuando me ofreció ayudarla no pude decirle que no, debía distraerme e intentar llevar nuevamente una vida tranquila, así que ví esa oportunidad como una opción.

Hoy era una noche tranquila en el orfanato, no me quejaba, y mi única tarea era cuidar de los niños, jugar con ellos de vez en cuando y, por las noches, leerles algún libro. Esta vez habían elegido El flautista de Hamelín, porque pensaron que era una historia feliz.

-... Por allí penetró el flautista, seguido de la turba de chiquillos. Y así que el último de ellos hubo entrado, la fantástica puerta desapareció en un abrir y cerrar de ojos, quedando la montaña igual que como estaba. Sólo quedó fuera uno de los niños. Era cojo y no pudo acompañar a los otros en sus bailes y corridas. A él acudieron el alcalde, los concejales y los vecinos, cuando se les pasó el susto ante lo ocurrido... -miré a los niños, cada uno me miraba con terror con cada palabra que decía pero ¿me detendría? No, no lo haría. -Y lo hallaron triste y cariacontecido. Como le reprocharon que no se sintiera contento por haberse salvado de la suerte de sus compañeros, replicó: "¿Contento? ¡Al contrario! Me he perdido todas las cosas bonitas con que ahora se estarán recreando. También a mí me las prometió el flautista con su música, si le seguía; pero no pude". "¿Y qué les prometía?" preguntó su padre, curioso. "Dijo que nos llevaría a todos a una tierra feliz, cerca de esta ciudad donde abundan los manantiales cristalinos y se multiplican los árboles frutales, donde las flores se colorean con matices más bellos, y todo es extraño y nunca visto. Allí los gorriones brillan con colores más hermosos que los de nuestros pavos reales; los perros corren más que los gamos de por aquí. Y las abejas no tienen aguijón, por lo que no hay miedo que nos hieran al arrebatarles la miel. Hasta los caballos son extraordinarios: nacen con alas de águila".

Bufé un poco aburrida por aquello, comenzaba a cansarme el estar traduciendo del alemán al inglés, así que simplemente cerré el libro y puse una sonrisa para dedicarsela a los niños.

-Muy bien, niños, hora de dormir -anuncié, levantándome de mi asiento.

-¿El flautista nos va a llevar? -preguntó Lenny, el niño más pequeño que tengo a mi cargo. Era muy dulce y a menudo solía regalarme algunos dibujos que él hacía sobre mí, no eran los mejores, pero me gustaba su intención.

Me acerqué hasta su cama para arroparlo y le dejé un beso en la frente.

-No, Lenny... claro que no.

𝙐𝙉𝘿𝙀𝙍 𝙏𝙃𝙀 𝙏𝙄𝘿𝙀 || 𝙎𝙊𝙇𝘿𝙄𝙀𝙍 𝘽𝙊𝙔Where stories live. Discover now