/ Capitulo 18 /

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Después de que Tanjiro bajara, platicó un poco con Yushiro y Tamayo

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Después de que Tanjiro bajara, platicó un poco con Yushiro y Tamayo. El Kamado rechazó alejarse de su hermana. Aceptando su decisión, el trio estaba listo para irse.

—¡Ah, una cosa más!— regresando hasta donde se encontraba Yushiro, sonreíste —¿Podrías decir "Smash", por favor?—.

Yushiro —¿Eh? ¿Para qué quieres que diga "Smash"? ¿Qué es eso?—.

—Por nada. ¡Gracias, y adiós!— divertida, le diste el pañuelo que te prestó y regresaste hasta donde estaban los hermanos. Tu y Nezuko subieron las escaleras corriendo.

Tanjiro —¡Cuídense, Tamayo-san y Yushiro-san!—.

Yushiro se enojó, pero Tamayo lo detuvo. Ella también se despidió y les deseó buena suerte.

Yushiro —Espera.— le gritó al peli-rojo, y se volteó para evitar mirarlo —Tu hermana es linda—.

Al escucharlo, eso le hizo sonreír, pero Tanjiro esperó a escuchar algo más.

Al saber de qué se trataba, el peli-verde rechinó los dientes —y tu compañera no es tan horrenda...—.

Con eso, Tanjiro soltó una risa y fue a alcanzar a las chicas.

Arriba, tu ya le habías prometido a Nezuko que la protegerías con tu vida. Ella, solo encantada por estar contigo, te dio un abrazo antes de ir a la caja y hacerse chiquita para encerrarse.

—(Creo que debería conseguirle una almohada o algo, se ve muy incomoda)—.

Escuchando los pasos de Tanjiro, te acercaste con la caja en tus brazos y se la entregaste.

—Ya que ocurrió esto, ¿Puedo preguntarte si hacemos equipo de ahora en adelante? Me encantaría ser su amiga— sonreíste algo apenada. Practicar esa oración durante varios meses disminuyó tus nervios.

Con una sonrisa, más que alegre el peli-rojo aceptó y ambos se encaminaron hacia otra ciudad.

_Poco antes del medio día_

Caminando entre los campos, escribes algo sobre un pequeño papel con un trozo de carbón y lo doblas.

—(Debo de enviarle esto a Maku)— mirando al rededor, buscas a tu cuervo. Sin embargo, el ave de Tanjiro fue la que apareció primero y decidió anunciar una nueva misión.

Kanzaburo —¡Sur- sureste! ¡Sur- sureste! ¡Ahora deben ir al sur-sureste!—.

Tanjiro —Ya te oí. Puedes callarte. Por favor. Ya te oí.—.

Detrás de él, llegó tu cuervo (que se llama Kunidone) y rechistó al ver a la otra ave.

—Eh. Parece que no te agrada— con una sonrisa interrogante, miras a tu cuervo que bajó a sentarse en tu hombro. Este te evitó, pero era más que claro por el aura de irritación que provenía de él.

//Una pendeja en KNY// (KNYxOc)Where stories live. Discover now