Lo que esconde su silencio #1 [✓]

《Capítulo 10》

Riley

Los días sábados me encanta pasarlos en casa viendo películas en pijama. Creo que no existe mejor plan que ese. Y para terminarlo con broche de oro leo un buen libro.

Y este sábado no iba a ser la excepción. Así que me levante algo tarde como de costumbre y me salte el desayuno. Era hora del almuerzo y como cada fin de semana me tocaba prepararlo. Mí madre seguramente estaría en su habitación descansando después de una larga noche de trabajo en el hospital.

Hice un almuerzo bastante rápido, ya que no soy una experta en la cocina. Me conformo con no quemar la casa.

Mientras acomodaba los platos en la mesa llame a mamá a los gritos. Ella apareció en el comedor con el ceño fruncido, pero sonrío al ver qué ya estaba la comida lista.

Almorzamos en silencio y con calma. Después fuimos a la sala a ver algunas películas y hablamos un poco. En realidad yo me queje de la escuela y ella del trabajo. Por un momento recordamos a papá y a los días en los que solía acompañarnos. Fue un bonito momento. Para nada triste. Su ausencia ya no duele tanto.

Mí madre es la persona más fuerte que conozco. Ella pudo haberse derrumbado cuando perdió al amor de su vida, pero no. Siguió adelante por mí y por ella. En varias ocasiones priorizo mí dolor antes que el suyo. A veces siento que soy muy injusta con ella y que no valoro lo que hace por mí. Pero me esforzaré más para que todo lo que ha hecho valga la pena.

A la cuarta película ya comencé a sentir mis párpados pesados. Así que sin que mamá lo noté comencé a recostarme en el sofá y cerré los ojos. Cuando ya estaba cayendo en los brazos de morfeo algo me hizo sobresaltar.

El molesto sonido del timbre retumbó por toda la casa.

¿Quién viene a fastidiar un sábado por la tarde?

Escuche a mamá soltar un largo suspiro mientras pausaba la película. Ella se levantó y camino hacia la entrada.

Decidí volver a intentar dormir. Más tarde le preguntaría a mí madre quien vino a visitarnos.

—¡Riley! —grito mamá desde la entrada—¡Tienes visitas!

Fruncí el ceño al escucharla. No suelo recibir visitas. Mis amigos vienen cuando se los pido y eso no sucede a menudo.

Pensando en que tal vez se trata de Blair y Spencer, decidí ponerme de pie y arrastrarme hacia la puerta.

—Son dos muchachos —murmuro mí madre regresando a la sala.

Más confundida que antes decidí salir a ver.

Mí sorpresa aumento cuando vi a Liam peleando con Sam Bramson. Ambos estaban dándose empujones.

—¿Hola? ¿Qué hacen aqui? —les pregunté aturdida. Liam puso un pie adelante. Iba a hablar, pero Sam lo empujo lejos.

—Tenemos una cita —dijo el castaño.