Lo que esconde su silencio #1 [✓]

《Capítulo 20》

Riley

Estoy muy confundida. Incluso más que cuando tengo clase de matemática.

Una parte de mí está que muere de emoción por lo que Sam confesó sentir por mí, pero la otra me insiste en que debo abrir los ojos y estar atenta a la realidad sin dejar que mis emociones me cieguen.

¿Cómo puedo creer que le gusto al chico que tantas veces quiso alejarse de mí?

No puedo creerle a Sam, no mientras siga teniendo tantas dudas acerca de él. Yo le he mostrado todo de mí, he sido lo más honesta y transparente que se puede ser, porque así soy yo, pero él no me ha dado más que simples migajas, las cuales he atesorado, pero no dejan de ser migajas. Pienso que es justamente por eso que he dudado tanto de mis sentimientos. Sé que me gusta Sam, pero me gusta lo que conozco de él, ¿qué pasa con lo que no sé? Esa duda está matándome.

Y no, no puedo tomármelo con calma. No voy a fingir que nada sucede y sentarme a tener una cursi relación a base de secretos. No es como si quisiera tener una relación con él… Pero si llegara a darse me gustaría que sea cuando deje de sentir que Sam es un extraño para mí.

Estoy teniendo una gran crisis ahora mismo. Por suerte mis amigos están haciéndome compañía.

—Yo solo puedo decir que estoy orgullosa de mí —dice Blair limando sus uñas—. Siempre supe que estaban destinados.

—Se lo dijeron las estrellas —se burla Austin.

—¿Podemos enfocarnos en Ry? Lleva horas sin salir de la cama —comenta Spencer, con preocupación.

—Es lo que pasa, Spens, el amor te hace miserable —murmura el rubio.

—Tranquilo, Auss, sé que esa chica y tú tendrán su momento —le dice la rubia sonriendo—. Si me dijeras su signo podría darte más ayuda.

Mi mejor amigo decidió contarles a las chicas que alguien anda rondando su mente. Y agrego a la historia que esa joven ni siquiera sabe que existe. Intentamos sacarle más información, pero solo dijo que es una chica que está aquí en Fremont por un viaje de intercambio.

Quisiera saber más, pero ahora mismo solo puedo pensar en Sam y en sus complicaciones. No lo he vuelto a ver después del viernes cuando salió huyendo. He pensado en ir a visitarlo, creo que debemos aclarar las cosas. Necesito saber si nuestra historia puede seguir teniendo páginas o debo arrancarlas todas.

—Querida, come un poco de helado. —Blair me extiende el pote. Lo tomo sin dudar.

—¿No podía gustarme alguien normal? —murmuro mirándolos.

—Tú no eres normal, Riley —dice Auss—. Mereces a alguien tan genial como tú. Aunque si creo que pudo haber sido alguien con más, ya sabes, personalidad.

—O sentido del humor —le sigue Spencer.

—Y quizá, un buen guardarropa —comenta Blair—. Pero yo lo acepto.