《Capítulo 14》

24 9 3
                                    

Riley

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Riley

Muevo mi pierna derecha con rapidez sin poder detenerme, juego con mis manos ansiosamente y puedo escuchar a mi cerebro, trabajar más rápido de lo normal. En cualquier momento moriré de mis nervios.

Todo estaba bien, esta mañana. Desayuné con mamá, Blair y Austin pasaron por mí para venir a la escuela y cantamos canciones todo el camino. El problema fue cuando entre al salón de clases y no vi a Sam por ningún lado. Se supone que hoy debemos presentar nuestro trabajo y no puedo hacerlo sin él. Acordamos como haríamos todo, no puede fallarme ahora.

Lo peor es que ni siquiera atiende el celular. Lo he llamado incontables veces, pero solo escucho su maldito contestador diciendo “No te molestes en llamar, estoy ocupado haciendo nada”.

No sé si enfadarme o empezar a preocuparme. Desde hace semanas está actuando extraño, pero anoche su actitud empeoró al recibir un mensaje. Dijo que se trataba de su mamá, pero se veía muy nervioso y preocupado. Estoy comenzando a creer que está metido en un problema. ¿Será que sus padres son muy estrictos? ¿Estará en problemas serios con ellos?

Ya estoy entrando en pánico. Por suerte la profesora aún no nos ha llamado. Con suerte la clase terminará sin que todas las presentaciones se realicen. Somos doce grupos y las presentaciones duran entre cinco y siete minutos. Una hora no es suficiente.

—Tranquila, Riley —susurra Spencer—. Él llegará pronto.

—Eso espero —le digo en el mismo tono de voz.

Ahora mismo lo único que quiero es que él esté bien.

La hora pasa más lento de lo esperado, pero no tuve que preocuparme por el trabajo. La profesora dijo que debemos presentarlo en nuestra siguiente clase.

Apenas salgo del salón, camino rápidamente con Spencer hacia el salón de Blair. Ella está con Connor y él sabrá decirme dónde está Sam o al menos si está bien. Cuando llegamos a destino encontramos a la parejita junta. Austin está con ellos haciendo caras de asco.

—¿Qué sucede, pequeña amargada? —me pregunta el rubio al verme.

—Sam no vino a clases y no responde las llamadas —respondo con sinceridad—. ¿Tú sabes algo, Connor?

Todos miramos al nombrado con curiosidad. Él parece debatirse entre hablar o no, pero finalmente niega.

—No, Riley, no tengo la menor idea —confiesa—. Se fue de casa anoche luego de pedirme el auto. Pero no le pregunté a dónde iba, supuse que volvería rápido, pero no sé dónde está.

—¿No estás preocupado? —cuestiona Blair.

—Sí, pero Sam es así. Suele tener escapadas secretas —responde con rapidez—. Volverá pronto. Estoy seguro.

Las respuestas de Connor no hicieron más que preocuparme más. La verdad es que todo esto es muy raro. Nadie desaparece así de la noche a la mañana. Si resulta ser que me estoy muriendo de los nervios por nada, voy a enojarme mucho.

Pasa la siguiente clase y luego otra y otra, pero en ningún momento hay señales de Sam. Así que me hago la idea de que no sabré nada de él hasta que decida aparecerse. Pero puede ser que no haya ocurrido nada malo, quizá es como Connor dice y está en una de esas escapadas espontáneas que hace. No lo juzgo por querer escapar un rato de la realidad, pero debería pensar en las consecuencias de no presentarse a clases. Hoy pudimos haber desaprobado el trabajo solo por su ausencia y no creo que lo merezcamos después de todo el esfuerzo que pusimos en él.

—Linda, oiga tu cabeza trabajando rápidamente desde aquí —me dice Austin cuando salimos de la escuela—. Ya relájate. Don misterio debe estar bien.

—Eso espero, Auss —murmuro empujando a algunas personas que no me permiten salir.

Odio cuando todos se agolpan en la entrada impidiendo el paso. Sé que todos mueren por ir a casa, pero deberían ser más cuidadosos. Ya he salido lastimada muchas veces en esas ocasiones.

Cuando finalmente pudimos poner un pie fuera, Austin me propuso ir a su casa para perder el tiempo. Ahora que su melliza pasa todo el día pegada a su pareja, mi pobre amigo se siente solo. Acepte hacerle compañía sin dudarlo mucho.

Ambos comenzamos a caminar hacia el estacionamiento en donde el rubio dejo su auto. Mientras Austin buscaba las llaves pude apreciar los demás vehículos. No me sorprendió ver el de Connor muy cerca de donde estábamos, pero luego recordé que él no vino en auto el día de hoy.

Para salir de dudas comencé a caminar hacia el automóvil, ignorando los llamados de Austin. Al estar cerca, intente mirar por dentro en los asientos de adelante y no encontré nada, pero al mirar los de atrás pude ver a Sam recostado. Rápidamente, golpee la ventana. Él se asustó, pero al verme se calmó.

—Diablos, Riley, casi me matas —murmura bajando el vidrio.

Iba a comenzar a quejarme como una madre furiosa, pero al ver su rostro a detalle me quedé callada. El castaño lleva un gran moretón en el pómulo derecho y sus manos están lastimadas.

Él nota que estoy analizándolo con la mirada y niega con la cabeza.

—No te preocupes, estoy bien —dice sin tomarle importancia—. Esto es… Es producto de algo que pasó ayer, pero no fue grave. Solo una pelea tonta.

Comenzó a explicarse sin que se lo pidiera, pero cada palabra se sintió como una mentira. A pesar de que no llevo mucho tiempo conociéndolo, puedo asegurar que no está siendo sincero conmigo ahora mismo. Está divagando, suena nervioso y no puede mantenerme la mirada.

Quizá me haya mentido antes, pero esta vez no es posible ignorarlo.

—Sam, ¿cómo pasó esto? ¿De qué pelea hablas? —cuestione preocupada—. Tú te defiendes con palabras, no con golpes. O al menos no sabía eso de ti.

—No, no lo hago —niego. Abre la puerta del auto y cuidadosamente sale de este—. Intentaron asaltarme anoche, me defendí y escape. Eso es todo, Riley —dijo con más seguridad—. ¿Puedes creerme?

—Honestamente, no, pero no encuentro otra explicación —contesto en apenas un susurro—. Lo que importa es que estás bien. En verdad me asusté cuando no llegaste y pensé que tal vez tus padres se molestaron contigo, pero no fue así. Supongo.

—Mis padres no tienen nada que ver —aseguro—. Es más, me quedé con ellos anoche. Casi no pude dormir por lo que pasó, pero ya está olvidado.

Y él sigue hablando como si necesitara que le crea, pero yo no hago más que desconfiar de cada palabra.

Comienzo a pensar que todos tienen razón, él está ocultando algo importante. Y él mismo me lo dijo: “No confíes en mí".

¿Pero qué puede ser eso tan grave que nadie más qué él puede saberlo?

No quiero involucrarme, pero si necesita ayuda me gustaría saber. Sam no debe pasar por cosas difícil solo. Aunque al parecer es lo que él quiere hacer. Dejaré que intente manejarlo a su modo, pero si llego a notar que vuelve a aparecer lastimado, tendré que pedirle que sea sincero.

 Dejaré que intente manejarlo a su modo, pero si llego a notar que vuelve a aparecer lastimado, tendré que pedirle que sea sincero

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Lo que esconde su silencio #1 [✓]Where stories live. Discover now