Lo que esconde su silencio #1 [✓]

《Capítulo 26》

Riley

Me enamoré por primera vez y el mismo día que lo acepte, me rompieron el corazón.

Deberían darme un premio por ese récord.

No soy una niña pequeña, no me duele el hecho de que Sam no me quiera tanto como yo lo hago. Me duele que ignorará mi estúpida confesión e hiciera como si no existió. No creo que una persona que te quiere haría tal cosa, pero luego está lo que pasó antes y su manera de preocuparse por mí.

¿Me quiere? ¿Está confundido? O quizá solo quería jugar conmigo para que finalmente lo deje en paz. Si esto último es lo correcto, entonces lo logro. No pienso volver a buscarlo.

Estoy cansada de ser la pobre tonta que ignora todo a su alrededor y se aferra a una promesa falsa. Si Sam quiere seguir viviendo su vida llena de secretos que lo haga, pero yo no quiero ser parte de ella. Estoy cansada de las mentiras y de sentir esta brecha entre nosotros. Él no me ayuda a entender, solo me preocupa más.

Lo que pasó anoche es una prueba de que Bramson está en una situación demasiado peligrosa. De otro modo, ¿por qué creería que Stefan sería capaz de herirme? Se supone que él apenas sabe mi nombre. Pero claro, no sé ni un poco de la verdad.

Lo peor de todo es que no se nada, pero de algún modo siento que estoy involucrada.

No me sirvió de nada la advertencia de Sam. Me siento decepcionada, triste y enojada al mismo tiempo. No tengo ganas de nada más que de sumergirme en mi propia miseria y llorar hasta deshidratarme. Cosa que aún no ha sucedido. Cuando creo empezar a calmarme, más lágrimas aparecen. Y siento un dolor horrible en el pecho.

Quisiera no pensar más en él y borrar cada recuerdo juntos, pero al mismo tiempo sigo preocupándome por su bienestar.

¿A dónde se irá? ¿Por cuánto tiempo? No puedo dejar de pensar en eso.

Sí, me rompió el corazón, pero sigo amándolo con cada parte de él. Y probablemente siga haciéndolo hasta que ya no me queden razones para llorar. Solo así sabré que todo termino. Cuando tenerlo lejos no duela tanto.

—¡Llegó la pandilla arregla corazones! —Auss grita entrando a mi habitación. Lleva en manos un peluche gigante de osito y un ramo de chocolates—. Para ti, mi niña linda.

El rubio se acerca a abrazarme y cuando lo hace me aferró a él con fuerza.

—Mi princesa, aquí estamos para ti —Blair se une al abrazo.

—Traje todas las películas que te gustan —dice Spencer enseñándome un pendrive—. Y Liam te envía tus golosinas favoritas.

Lloro con más fuerza sintiéndome afortunada de tenerlos a ellos. Sé que jamás me dejarán caer.

—Tenías razón, Auss, el amor es horrible —murmuro sobre su hombro.

—No, Ry, no permitas que un tonto cambie tu perspectiva del amor —susurra acariciando mi cabello—.  Siempre has amado amar, no le des el poder de quitar eso de ti.