Lo que esconde su silencio #1 [✓]

《Capítulo 12》

Riley

Las cosas han cambiado mucho últimamente.

Desde que Sam y yo nos volvimos amigos pasamos casi todo el tiempo juntos y esto es gracias a Connor y Blair, quienes nos invitan a sus planes. Desde entonces Austin y Spencer se han sentido algo excluidos, así que ellos también se han unido a nuestros paseos. Él que no quiere acercarse a nosotros es Liam. Él detesta la idea de que Sam y yo seamos amigos y no lo disimula. Cuando le pedí que tratará de llevarse bien con él me dijo que no podía hacerlo y que mientras fuera amiga de Sam no volverá a hablarme. Yo no insistí, no es justo que actúe de esa manera tan infantil. Mi amistad con él es muy importante para mí, pero no puede prohibirme nada.

Sacando a Liam, lo más dramático que me ha sucedido esta semana fue hablar con Ellie. No fue algo que planee yo. Ella misma se acercó en la clase de gimnasia. Fue todo muy extraño. Lo único que recuerdo con claridad de esa conversación es que ella me quiere lejos de Sam, como ya me había dicho con anterioridad, pero sigue insistiendo con eso. Sin duda, Ellie y Liam se llevarían bien solo por coincidir en esa idea. Como sea, le aclare que solo quiero una amistad con su exnovio y que no debe preocuparse por nada. Su respuesta me dejo muy confundida.

—No te lo digo por qué sea una exnovia tóxica, Riley —aclaro—. Lo hago por tu propio bien. No conoces a Sam —fue lo último que dijo antes de alejarse.

Intente volver a hablar con ella, pero comenzó a ignorarme. Realmente no entiendo nada. Lo que sé es que no debería dejarme llevar por lo que ella dice. No la conozco para saber si es confiable o no. Y puede que Sam sea algo extraño, pero ser reservado no lo hace una mala persona. Si es grosero, pero en el fondo tiene un buen corazón. Espero.

Les comenté la situación a mis amigas y Blair cree que Ellie solo trata de fastidiarme. Spencer, por otro lado, dice que deberíamos investigar a Bramson para salir de sospechas. Pero eso es absurdo.

Apenas logre que Sam me dejara ser su amiga para conocerlo más, no puedo comenzar a investigarlo a sus espaldas. Si él se entera se decepcionará o lo usará de excusa para probar que tenía razón al creer que no puede haber nada entre nosotros debido a lo diferentes que somos.

Yo realmente quiero pensar que seremos buenos amigos. Él en verdad me agrada. Puede ser gracioso, atento y dulce cuando quiere. Además de que le gusta leer. Muchas veces no entiendo su sarcasmo ni sus bromas de mal gusto, pero me agrada así como es. No lo cambiaria si pudiera.

Dios, Austin diría que estoy enamorada si supiera lo que pienso de Sam, pero es la verdad. Siempre trato de encontrarle lo bueno a las personas. Esta virtud muchas veces me juega en contra, ya que no me veo venir lo malo y luego termino decepcionada, pero no quiero vivir con miedo a que la gente que quiero me traicione. Eso no hará que duela menos.

—Hola, curiosita —Sam me sorprende apareciéndose por mi campo de visión. Él me ve con curiosidad y luego presiona un dedo en mi ceño fruncido—. ¿Por qué luces molesta?

—Hola, Sam —lo saludo cambiando la cara—. Yo… Es algo tonto. Si te lo digo vas a burlarte.

—Ahora siento más curiosidad. Dime —insiste.

—Es solo que me molesta que las personas juzguen a los demás solo por ser diferentes —respondo.

—¿Alguien te ha dicho algo? —pregunta con seriedad—. ¿Quién?

—No se trata de mí. Es sobre ti —confieso. Su rostro pasa a asombro—. ¿No te molesta que la gente hable mal de ti? Incluso Ellie quien fue tu novia.

—Es normal para mí, Riley. Pero no me afecta lo que dicen, ya que no me importa —dice con tranquilidad—. ¿Qué fue lo que Ellie dijo?

—Bueno, ella solo dijo que no debería acercarme a ti, porque no te conozco lo suficiente. Lo hizo sonar como si tuvieras algo que esconder o no sé, así me pareció —decidí contarle. No pierdo nada con ser sincera—. Pero no creo lo que dice. Puedes tener secretos, pero nada tan malo. ¿Verdad?

Él no respondió inmediatamente. Fijo su mirada en mí y me hizo sentir algo asustada, debo admitir. Pero luego sus facciones se relajaron y sonrió ligeramente.

—Eres tan inocente por pensar que confesaría mis secretos contigo, Riley —se rie—. Eres una chismosa. Se los contarías a todos.

—No seas tonto, Sam —dije ofendida.

No pase por alto que evito la pregunta.

—Oye…

—¡Riley! —el grito de Austin me hace girar en su dirección—. ¡Necesito tu ayuda!

—¿Qué sucede, Auss? —cuestione, preocupada.

—Tome “prestado” el celular de Blair y ahora no lo encuentro —murmuro—. Ayúdame antes de que me mate, por favor.

—Está bien, solo dame un segundo —volví a dar la vuelta para despedirme de Sam, pero él ya no estaba—. No me sorprende. Bueno, vamonos.

Mientras ayudaba a mi mejor amigo a buscar el celular, me olvidé por un momento de mi conversación con Sam, pero la sensación de saber que está ocultando algo no me dejó en paz por el resto del día.

Sé que no soy nadie para saber todo lo que él hace, además de que son sus asuntos personales. Y si por algún motivo no quiere compartirlos, debo respetar eso. Pero, no puedo evitar la curiosidad. Es parte de mí el querer saberlo todo. Aunque me asusta lo que pueda descubrir. Por esta vez dejaré todo como está.

Quizá algún día Sam me tenga la confianza suficiente para contarme más sobre sus misterios o los descubriré por accidente. No se sabe.