THREE

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OCHO MESES DESPUÉS



HOSEOK

Hoseok no entendía, cómo es que siendo esta, quizás su décima vez, viendo el Titanic junto a su amiga Jennie. Esta aun terminaba, con una expresión de tristeza en su rostro y las lágrimas brotando por sus mejillas. Siendo honesto. Él no era muy fanático, de las películas de romance. Mas, sin embargo, siempre accedía a verlas, por su mejor amiga.

Jennie sorbe ruidosamente por la nariz y sacude las lágrimas de sus mejillas, levantándose del amplio sofá, para caminar hacia la cocina y llenar el bol con palomitas de maíz. Me levanto y tomo el mando del control, para buscar una nueva película, cuando tres suaves golpes se escuchan del otro lado de su puerta.

Dándole un rápido vistazo a Jennie, en la cocina. Pregunto—¿Esperas a alguien? —Jennie niega con la cabeza, sorbiendo ruidosamente por la nariz, para despejar un poco la mucosidad, que dejo su reciente llanto. Finalmente responde — No que yo sepa. ¿Puedes mirar de quien se trata?

Doy un breve asentimiento de cabeza y me dirijo a la puerta. Era un domingo por la tarde y no entendía quién podría estar tocando a su puerta. Sin embargo, asumiendo que pagaban por una buena administración y que no tenían permitido, dejar pasar a cualquier persona, sin antes avisar. Decidió que debían ser los de la admiración, por algún problemilla y quien sabe, que otro inconveniente. Pensando en ello, tomo la manija y giro de está abriendo la puerta, con una enorme sonrisa, de esquina a esquina. Pero su boca cayo abierta y sus ojos se abrieron enormes, como dos platos, por el shock. Ante lo que sus ojos veían.

Un rubio de mejillas regordetas, le sonreía ampliamente. Su expresión decayendo, al ver la expresión horrorizada de él. A su lado. Un Sejun con expresión indescifrable, me miraba con sus ojos color marrón, como los de madre. Trago; forzando una sonrisa en mis labios y no por el hecho, de que ellos estuvieran aquí, parados frente a mí. Si no por el hecho, de no haber avisado. Lo que no le hacía, presentir buenas noticias.

Abriendo un poco más la puerta; doy un paso adelante, escondiendo el repentino miedo, que empezó surgir dentro de mí. Mis ojos enfocan a Jimin; quien intenta sonreírme nuevamente, la preocupación surcando, sus bonitos ojos color miel.

— Hola— Digo y extiendo mis brazos hacia Jimin, quien parece relajarse. Mi pequeño primo, esboza una enorme sonrisa tirándose en mis brazos.

— Hobi. No sabes cuánto te he extrañado. — Murmura en mi oído y escuchar su voz tan cerca, me hace querer, echarme a llorar como un niño, haciéndome ver, lo mucho que lo he extrañado.

— También te he extrañado Jimin. Pero Dios mío, que hacen aquí. Porque no avisaron que vendrían, podría haber ido a recogerlos—Pregunto, sin poder detener las palabras, queriendo respuestas; para intentar aquietar mis emociones.

Separándome de los brazos de Jimin, para mirarlo a los ojos, espero por una respuesta. Cuando él se encoge de hombros y sus ojos pierden la alegría, algo dentro de mí se rompe. Mi corazón aleteando como un pájaro ansioso. —Yo —Lo escucho titubear, pero las palabras no salen de su boca. Me giro, para buscar respuestas en mi hermano; al tiempo que una voz conocedora, detrás de Sejun espeta.

— Hola Hoseok — Mis ojos se dirigen al hombre detrás Sejun y mi mundo se viene abajo en picadas.

Jung Namjoon.

El hombre me mira exudando poder a su alrededor, haciéndome encoger en mi lugar, como un niño pequeño. Odiaba que el hombre tuviese tal efecto en mí. Pero parecía que mi cuerpo, no podía evitar estremecerse y conectarse con mi cerebro. Le doy una mirada a mi hermano y lo observo dar un suspiro, mirándome con culpa en sus ojos. Intento recomponerme rápidamente; no queriendo verme débil frente a mi padre. Pero no puedo evitar el temblor, que se filtra en mi voz, cuando pronuncio con voz dura — Papa — ácido llenando mi estómago.

FORBIDDEN LOVEOn viuen les histories. Descobreix ara