SEVEN

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HOSEOK


— ¿Qué hicistes qué?

Exclamo Jimin, al siguiente día, cuando le conté todo, lo que me había pasado el día anterior. Desde los planes, que mi padre había hecho para mí, hasta la "tregua" que había hecho con Taehyung. Mi primo, se pellizco el puente de la nariz, paseándose por mi habitación de un lado a otro. Entonces se detuvo y sus ojos perforaron los míos.

— ¿Te has vuelto loco? Hoseok... Comenzó... No puedes hacer eso.

— ¿Qué más opciones tengo Jimin? —Suspire, pasando mis dedos, por mi cabello recién lavado. — No puedo contarle nada a mi familia. Y mucho menos, puedo vivir mirando mal a Taehyung, cada vez que lo vea. Sería raro y todo el mundo se daría cuenta...

— No estoy de acuerdo... Te has vuelto completamente loco y para cuando, todo el mundo se entere de lo que paso, no quiero que vengas llorando a mí. Porque entonces, te voy a decir. Te lo dije.

Me pellizque el puente de la nariz.

— Y yo no te estoy pidiendo, que estés de acuerdo Jimin... Lo único que te pido, es que respetes mi decisión. —Jimin entrecerró sus ojos, mirándome con aprehensión. Por lo que dándome cuenta, que había sido un poco duro con Jimin, cuando lo único que él quería, era mi bien. Me disculpe. — Lo siento Jimin. —Dije tomando sus manos y halándolo conmigo, para que se sentara a mi lado, en la cama. —Lo único que te estoy pidiendo, es que respetes mi decisión y guardes este secreto...Silencio... Quizás solo vaya a estar en corea por un año y después me voy a ir a Paris y entonces, voy a desaparecer de la vida de Lía y Taehyung... No hay necesidad, que se enteren de toda esta locura.

Jimin suspiro. — Pero. Y lo que hizo Taehyung ¿Qué?... Él le fui infiel a Lía. Tu hermana Hoseok. Y eso estuvo, muy mal hecho.

— Lo se Jimin. Lo sé. Y te juro, que, aunque la relación entre Lía y yo, no sea la mejor. También me molesta mucho, que el muy imbécil, le haya hecho algo así... Pero no nos concierne a nosotros, acabar con ese matrimonio. —Ante la aprehensión de Jimin. Afirme. — El, la ama.

Jimin bufo. — Si claro y por eso le fue infiel. Lo que es, es un completo descarado y gilipollas,

— Lo sé... Pero el, me lo dijo ayer y yo le creo Jimin. Lo pude ver en sus ojos y en la forma, en como hablo de ella... Él no quiere perderla...— Suspire frustrado y exasperado del tema— ¿Podríamos por favor, no hablar más del asunto?

Jimin se mostró reticente, pero asintió y entonces cambiamos de tema. Le pregunte acerca de los preparativos de la boda, lo que logro, que esbozara una sonrisa de oreja a oreja, viéndose más que feliz. Me contó que Jungkook y el, querían casarse lo más pronto posible, por lo que ya, habían reunido una lista de invitados, entre los familiares, amigos y conocidos de Jeon y los de él y habían mandado hacer las invitaciones. Se las entregaban esa misma tarde y me pidió, que lo acompañara para recoger las tarjetas y ver trajes de novios. Lo que obviamente acepte. Necesitaba ocupar mi mente y que mejor, que pasar una tarde con Jimin.

Por la tarde, habíamos ido a recoger las invitaciones de boda de Jimin y posteriormente, habíamos visitado numerosas tiendas reconocidas, mirando trajes de novios. A jimin, le había gustado un traje en especial y podría decirse que fue amor a primera vista. Ya que el traje en sí, lo habíamos visto en una de las primeras tiendas, a las que habíamos entrado primero. Así que volvimos.

Jimin, siempre había anhelado casarse de blanco. Así que, cuando vio ese hermoso traje, color blanco, no pudo evitar, quedar más que flechado. Cuando se midió el traje y poso para la vendedora y para mí, en la pequeña pasarela. Su sonrisa era enorme y sus ojos brillaban de felicidad. Le di dos pulgares arriba y él sonrió más amplio. Entonces, siguió caminando, hasta detenerse en el espejo, de cuerpo completo. Miro su reflejo en él y en ese momento, pensé que se echaría a llorar, si sus ojos ahora brillantes de la emoción, decían algo. Él, se veía preciosísimo. Y es como si ese traje, hubiese estado hecho para él. Sin embargo, había decidido visitar otras tiendas, pero no había encontrado nada que le gustara y mucho menos, que igualara al traje, que habíamos visto primero. Así fue, como terminamos regresando a la tienda y pagando por el traje, con la tarjeta de Jeon Jungkook. Lo que seguramente, le causaría un infarto, cuando viera en sus cuentas, la cantidad de dinero que Jimin, había pagado por ese traje. Pero estaba completamente seguro, que, al mayor, no le importaría. Si Jimin, era feliz. Y sin duda alguna, él era completamente feliz.

FORBIDDEN LOVEWhere stories live. Discover now