FOURTEEN.3

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TAEHYUNG

Desastroso.

Si pudiese describir como había transcurrido mi día. Desastroso, sería la palabra correcta, para hacerlo.

Después de haber visto a Hoseok en la mañana, y haberme asegurado de que cumpliría a su palabra, me había sentido más relajado y suelto, de lo que me había sentido en años. Solo que el sentimiento de tranquilidad duro tan poco tiempo, que no había sido capaz de verlo venir.

Junto a Lía, habíamos ido al hospital, para comenzar con nuestra jornada de trabajo, sin embargo, cuando llegamos al área de urgencias, nos informaron inmediatamente sobre un incendio en el hospital, Gil Medical Center. Así que inmediatamente, como jefe de área en urgencias, reuní aun grupo de médicos, entre ellos Lía, que realmente se ofreció voluntariamente y nos dirigimos hacia, Gil Medical Center.

Nos tomó alrededor de una hora para llegar al lugar. Ya habían controlado el incendio, pero aún permanecía el caos, así que inmediatamente nos pusimos a trabajar, atendiendo a muchos heridos. Ocho horas después, ya habíamos atendido aun número grande de personas y nos habíamos encargado de sus traslados a otros hospitales, para brindarles una mejor atención. Así que si, había sido un día bastante ajetreado y desastroso.

Al finalizar la jornada, había terminado exhausto como los demás médicos. Tenía una jaqueca terrible y lo peor era, que aun debía organizar algunos asuntos en el hospital. Entonces, junto a mi equipo de trabajo, regrese al hospital.

Después de que todos nos hubiésemos despedido, le dije a Lía que debía quedarme para organizar algunos asuntos. Ella no lo tomo de la mejor manera, ya que ese mismo día en la mañana, me había convencido para que saliéramos a cenar en la noche, pero los acontecimientos del día, me habían retrasado un poco haciéndome cambiar nuestros planes a última hora. Y, a decir verdad, fue un alivio para mí, tener una excusa para no salir esta noche.

Por supuesto, Lía no se iba a dar por vencida y trato de convencerme, pero después de unos minutos, finalmente desistió o mejor dicho se cansó y dejo de insistir. Entonces la acompañe hasta el parqueadero y dado que habíamos llegado en el mismo auto, le di mis llaves, para que no tuviese que tomar un taxi.

Con Lía, fuera de vista, me dirigí nuevamente al interior del hospital y tomé el ascensor para dirigirme a mi oficina. Una vez las puertas cerradas, saque mi teléfono y busque ansiosamente el chat de Hoseok. Con una sonrisa estúpida en mi rostro, escribí...


Para Hoseok.

Quiero verte.

¿Esta noche en tu habitación?


A pesar del día que había tenido, lo había pensado mucho y me moría de ganas por tenerlo en mis brazos. No sé qué me había hecho ese chico, pero no lograba tener suficiente de él. Siempre quería más y más, volviéndome intranquilo cuando no sabía nada de él. Definitivamente el menor se había metido profundamente en mi corazón. Con esa carita de niño bueno, su sonrisa cínica, y su carácter fuerte y resistente, me había fascinado y cautivado hasta el punto de envolverme en su dedo meñique.

Regresando nuevamente la vista a la pantalla de mi teléfono celular, siento algo dentro de mi desinflarse al ver que no tengo un mensaje de vuelta de Hoseok, así que dejo escapar un suspiro y guardo el teléfono en el bolsillo de mi pantalón. Seguramente el menor también ha tenido su día complicado y ha de estar descansando. Es lo que intento creer.

Con el pensamiento en mi cabeza, salgo del ascensor cuando las puertas de estas se abren, para posteriormente dirigirme a mi oficina, cuando siento un menudo cuerpo impactar con el mío. Alzo la vista y me encuentro con Suk, el residente recogiendo nerviosamente los papeles que cayeron al piso. Cuando se levanta del piso, me ofrece una mirada de disculpa y musita con la cabeza baja.

FORBIDDEN LOVEWhere stories live. Discover now