NINETEEN

196 27 3
                                    

"Nuestros labios guardarán el secreto de este amor prohibido" ...



TAEHYUNG

Cuando me despierto a la mañana siguiente, Hoseok sigue a mi lado, con sus brazos rodeándome por la cintura, su nariz presionada contra mi hombro, mientras lo abrazo protectoramente contra mi pecho. Mi corazón se infla de felicidad, cuando lo veo presionarse más contra mi cuerpo, preguntándome si en verdad todo esto estaba sucediendo. Y es que todo era tan maravillo e irreal, que parecía sacado de un cuento de hadas. Pero...

¿Esto estaba sucediendo? ¿Esto estaba sucediendo realmente?... Hoseok en mis brazos, Hoseok presionando cada centímetro de su cara, en mi hombro. Intento respirar como si estuviese corriendo por el campo, y concentrarme en lo que realmente importa en estos momentos.

Aparto un mechón de cabello de Hoseok, dejando que los mechones sedosos se deslicen entre mis dedos, para posteriormente presionar un beso en la sien de Hoseok, desenredando sus brazos de mi cintura. Hoseok se mueve y luego se da la vuelta, todavía, profundamente dormido.

Sonrió y me dirijo al baño, deslizándome en la pequeña cabina. Una vez bajo la ducha, dejo que el agua caiga sobre mi cabello y me empape de pie a cabeza, sintiéndome fresco y relajado. Me permito disfrutar este momento y que el agua acaricie mi piel, llevándose la intranquilidad y la agonía del futuro. Me permito pensar solo en Hoseok y mi bebé, siendo felices a mi lado. Siendo protegidos y amados por mi persona, hasta el último segundo de mi vida.

Inevitablemente y como un dardo certero, llenándome de temor al recordar las palabras de Lía, la vocecita en mi cabeza me tortura, recordándome claramente las amenazas de mi aun, todavía esposa.

Tú y Hoseok, han destruido mi vida. Y no voy a descansar, hasta que los dos paguen por lo que me hicieron.

Te vas a alejar de él, porque si no, el único que va a salir perjudicado en todo esto es Hoseok.

Entonces, no le veo ningún problema de que vaya ahora mismo al hospital, y le cuente la verdad a Hoseok. Seguramente el estará muy feliz de enterarse, de que heredo los dotes de zorra de su padre doncel. ¿No?...

Las imágenes formándose en mi cabeza, de una Lía cumpliendo a su promesa, son demasiado inquietantes para soportar. Así que, decido apartar el pensamiento a lo más profundo de mi mente, para terminar de bañarme.

Después de unos minutos, cuando finalmente salgo de la pequeña cabina, me deslizo en mis boxers y me pongo nuevamente la ropa que había llevado puesta ayer. En el proceso, tiro al suelo mi teléfono, que se sale del bolsillo de mi pantalón y que había estado apagado desde que Hoseok y yo, habíamos huido juntos.

En el otro extremo de la habitación, Hoseok bosteza y se frota los ojos. Su cabello, cayendo salvajemente alrededor de su cabeza y sus ojos aun medio cerrados.

— ¿Qué estás haciendo? ...

Pregunta. Su voz suena una octava más profunda después de despertarse, el jodido sonido más sexi del mundo. Sonrió ante su intento de abrir los ojos y me acerco, presionando un beso en su cabeza.

— Levantándome. —Digo. — Son casi las diez de la mañana y debo conseguir comida y ropa para los dos.

El parpadea

— ¿Comida y ropa? — Se sienta confundido. — ¿Porque? — Me rio entre dientes, dándole un pequeño beso ahora en la boca, para posteriormente murmurar sobre sus labios.

FORBIDDEN LOVEWhere stories live. Discover now