EPILOGUE

175 22 8
                                    

El amor todo lo vence...


TRES AÑOS DESPUÉS

HOSEOK.

— ¡Papi! ¡Papi!... —Mi pequeña exclama, mirándome como un cachorro—¡¿Podemos abrir los regalos, ya?!

Sonrió y asiento con la cabeza.

— Por supuesto, cariño. Vayan.

Eunji, toma con entusiasmo la mano de la pequeña Ahreum, y corren hacia su habitación, donde yacían los regalos, que había recibido esa tarde por su cumpleaños, número tres. Mientras que los gemelos, Seulgi y Doyoung, corrían detrás de ellos, pidiendo que los esperasen.

Había tenido una reunión pequeña en nuestro jardín, junto a unos amiguitos de la escuela, y sus primitos. Ahreum, hija de Jimin y Jungkook. Y los gemelos, Seulgi y Doyoung, los gemelos de un año, de mi hermano Sejun y Jennie.

Si. Como lo ven. Sejun y Jennie.

Había sido una sorpresa para todos, cuando nos enteramos que estaban saliendo. Ocurrió, un año después, de que mi pequeña Eunji naciera. Entonces, mantuvieron una relación de seis meses, antes de que finalmente, decidieran casarse, alegando que no necesitaban esperar años, para casarse, porque ambos estaban seguros, del amor que se tenían el uno al otro. Yo diría, que su romance ya había empezado desde mucho antes. Un año después de que se casaran, nacieron los gemelos. Y no pude estar más feliz, cuando supe, que uno de ellos, llevaría el nombre del abuelo Doyoung, en su honor.

Eunji, mi pequeña de ahora tres años, era tan parecida a su padre. Cabello negro oscuro, ojos color negros, y la misma sonrisa, que Tae me había regalado un millón veces. Era una niña muy inteligente, amorosa y audaz. Para su edad, mi padre Seokjin, decía que era niña muy prudente y sensata, y que, sin duda alguna, lograría muchas cosas a futuro.

Por otro lado, mi padre Seokjin y padre, habían decidido dejar el pasado atrás y darse una oportunidad. Todo empezó, seis meses después de que mi pequeña Eunji, naciera. Ellos habían estado más unidos, compartiendo tiempo con Eun. Y yo estaba más que feliz, que pudiesen haber dejado el pasado atrás.

— Hijo, aquí tienes. —La voz de mi padre Seokjin, me devuelve al presente. Me tiende un vaso de jugo de naranja y me sonríe con amor. —Debes de estar muy cansado. Ha sido un día bastante extenuante para ti.

Le devuelvo la sonrisa y le recibo el vaso encantado, de por fin darle alivio a mi garganta.

— Gracias papá... —Doy un sorbo del vaso, y tomo gustoso el líquido refrescante. —La verdad, es que sí. No veo la hora de ir a la cama.

Nos encontrábamos en la sala de estar de mi casa. Mi padre, Sejun y Jungkook, hablaban de cosas aburridas sobre las neurociencias y la cardiología especializada, mientras tomaban una copa de vino. Jimin y Jennie, yacían del otro lado del sofá doble, hablando sobre diferentes temas, mientras disfrutaban también, de una copa de vino, como sus esposos.

Me sentía feliz, de poder disfrutar de estos momentos a sus lados. Y me sentía demasiado afortunado, por poder compartir momentos tan valiosos como estos, junto a personas tan maravillosas y que hacían de mi vida, un completo arcoíris.

Los miro, y, en definitiva. Era muy afortunado.

Sacudo la cabeza, dándome cuenta que me he perdido nuevamente en mis pensamientos, y me levanto, dándole una pequeña sonrisa a mi padre.

— Es mejor que vaya a cerciorarme, que hacen los niños. —Digo, mi padre me detiene y dice.

— Porque mejor no te quedas. Yo voy y me cercioro que los niños estén bien.

FORBIDDEN LOVEOnde as histórias ganham vida. Descobre agora