Capítulo 11

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"Luzu, mi niño. ¿Estás bien? ¿Qué te ha pasado? ¿Por qué estás en el suelo?"

—¿Estará bien mi papá?

—No te preocupes, Anselmo, Lusu es muy fuerte, solo fue un pequeño ataque de ansiedad, hay que dejarlo descansar.

"Perdóname, sé que he actuado muy mal, pero que sepas que te quiero y prometo mejorar"

—Yo lo cuidaré esta noche, ustedes vayan a dormir, al rato deben ir a la escuela, los tíos Beni y Cochi los llevarán en lo que se recupera Lusu.

"¿Me estás culpando por tu maldita ansiedad? Que fácil, ¿no? Macho, de verdad no sé cómo te aguanto"

Los ojos carmín se abrieron abruptamente, junto a un jadeo fuerte, sudaba frío y sentía una presión en el pecho. Se sentó en la cama, trataba de tranquilizarse. Miró a su alrededor, por la ventana se asomaban los rayos de la cálida luz del sol.

"Mierda, se nos hará tarde", aquel pensamiento lo alertó, levantándose en seco.

—¡Ay, pendejo!—la cansada mirada del castaño volteó hacía aquella conocida voz, encontrándose con su vecino en el suelo.

—¿Quackity?

—Si cabrón, me tiraste de la cama.

—¿Cómo? Pero, no te ví.

—Estaba en la orilla, a tu lado derecho.—se levantó sobando su cadera.

—Disculpa, Quacks, es que se nos hará tarde—habló preocupado, aún le costaba respirar con tranquilidad—¿Qué horas son?

—Mmm...—revisó su celular—Son las 9:17, pero–

—No puede ser, se nos hizo tarde, segundo día de Anselmo y ya faltó—interrumpió—me cago en–

—¡Lusu!—interrumpió de vuelta—Tranquilo mi buen, primero respira, debes regular tu respiración o sino otra vez te vas a desmayar, y aunque podría cargarte como mi reina, la neta si me dí un putazo en el suelo y no te voy a aguantar.

—¿M-Me desmayé?—tembló, trataba de recordar cómo sucedió, aunque lo primero que pensó fue en su hijo, esperaba no haberlo preocupado por ello.

—Anselmo nos fue a avisar que te estaba dando un ataque de ansiedad, cuando llegamos tu ya estabas tirado en el suelo, entre mis primos y yo te cargamos hasta la cama.—explicó—Estabas raro, de repente balbuceabas palabras, quién sabe que chingados estabas soñando, decías "Auron", "Aquel hombre" y "Tu culpa".

—Suena a una pesadilla, la verdad no recuerdo mucho—volvió a presionar su pecho, hiperventilando de nueva cuenta, aquel sueño fue más un borroso flashback de su vida pasada.

—A ver cabrón, deja de hacer tanto esfuerzo—el azabache se acercó a este, tomándolo de la espalda, y con su otra mano libre presionaba de manera delicada su pecho—Aquí estoy, vamos a respirar, ¿si? Inhala... Exhala...

Algunas lágrimas se derramaron por las pálidas mejillas del español, respiró siguiendo el ritmo del otro. Poco a poco sintió un alivio, en ningún momento se separó el mexicano de él.

Luzu se sintió acompañado en uno de los peores momentos de su vida.

Porque para el castaño, cuando sentía cualquier tipo de crisis, era el peor momento de su vida, no le gustaba que alguien lo viera.

"La peor versión de él"

Incluso, aunque estaba agradecido de que Quackity estuviera ahí con él, la vergüenza de mostrarse tan "patético" lo invadía por completo.

Luchones [Luckity AU] (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora