Capítulo 23

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Luzu decidió no mirar su teléfono el resto del día, solo lo uso para hablar con su novio, pero evito tocarlo en todo momento.

Auron lo estaba poniendo ansioso de nuevo. Odiaba eso.

El día pasó con rapidez, recogió a los niños, les preparó de comer, volvió al trabajo y continuó con la mayor normalidad que podía. Aquel español no supo en que momento su turno había terminado hasta que su compañero le aviso de ello.
De regreso a casa, se detuvo por un momento, perdido en sus pensamientos. No quería llegar a casa arrastrando el tema de su ex pareja, solo quería descansar y seguir conviviendo con su pareja.

Se desvío a una tienda, fuera de esta, había unas bancas para sentarse. Compró una tableta de chocolate amargo y se sentó, comenzó a comerla mientras miraba a la gente pasar, ensimismado.

"¿Y si le llamo?", fugazmente pensó, considerando que estaba aún tranquilo, podría ser buena idea.

Tomó su teléfono, buscó aquel contacto, lo miró por unos segundos antes de suspirar y llamar.
No tardó mucho en recibir respuesta.

"Pensé que no llamarías, Luzu."

"Auron, de verdad, ¿no puedes dejarme en paz? Te casaste, ¿no? Muy bien, felicidades, ahora déjame continuar mi vida."

"A mi tu vida me importa una mierda, pero tienes a mi hijo, y él debe ser criado en una familia correcta, no con tus guarradas."

El castaño suspiró con pesar, se sentía muy ansioso y comenzaba a faltarle el aire.

"Auron, por favor, no saques esa maldita excusa de nuevo, cuando nos separamos sabes bien que cada uno de los niños decidió quedarse con quien quisiesen."

"Si, pero yo les pudo dar una buena crianza con Biyin, tu eres un cualquiera que se revuelca a la primera con un tío que recién conoce y su mejor amigo."

Eso último dejó helado a Luzu, ¿cómo se enteró? Si fue Rubius, no se la perdonaría nunca.

"¿A qué es verdad? Mira, no discutamos, mejor déjame llevarme a Anselmo y asunto arreglado, podrás visitarlo de vez en cuando, no te alarmes."

"Jamás, Auron. Si vamos a hablar de guarros, explícame lo de Wismichu y Lolito, que sigues sin decirme la verdad aún después de habernos divorciado."

"Yo no tengo la culpa de que hayas sido tan borde conmigo, uno tiene sus necesidades y tu eres un aburrido en el sexo."

Y en ese momento, el ataque de ansiedad comenzó en Luzu.

"¿Entonces fué real? Eres un desgra-"

No pudo terminar su oración, la falta de aire le impidió hablar. Sintió como sus manos perdían movilidad y su celular cayó al suelo.

"¿Luzu? Ja, te vas a vivir a un país donde la señal es más mala que tu en la cama, que increíble."

Auron cortó la llamada.

Luzu presiono sus manos en su pecho, tratando de regular de nuevo su respiración, pero sus pulmones no parecían responder, el pánico lo invadió y al tratar de recoger su teléfono, cayó al suelo de rodillas.

—¿Está bien?—una chica que salía de la tienda se acercó—Hey, señor, tranquilo, ¿llamó a una ambulancia?

—N-No...—pronunció con dificultad, señalando su celular, la mujer lo tomó.

—¿Quieres que llame a alguien?

—Q-Quacks, se llama Quacks.

La mujer buscó con rapidez al contacto, llamando de inmediato.

Luchones [Luckity AU] (EN EDICIÓN)Where stories live. Discover now