Capítulo 29

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Después de un largo día de trabajo, el castaño se estaba alistando para ir al desconocido lugar donde tendría su primera sesión. Se sentía algo ansioso, nervioso y preocupado, tenía varias razones presentes para al fin dar aquel paso, pero de las más importantes era afrontar sus propios demonios que lo atormentaban constantemente.

—¿Vas a tardar, papá?—el pequeño español preguntó preocupado, sacando a Luzu de su estado ensimismado.

—Espero que no, quiero llegar antes que Quacks llegué del trabajo, para decirle.

Usaba a Quackity un poco como excusa para no tener que explicar que su mayor temor era él mismo, porque son cosas que ha llegado a pensar que merece.

—Bueno, igual estaremos cerca del teléfono de la casa del señor Quackity por si necesitas nuestra ayuda.—el mayor sonrió, le parecía tierna la preocupación de su hijo.

—Muchas gracias, Anselmo.

Una vez listo, se despidió de los niños, saliendo con cierta prisa, aún iba bien con tiempo pero tenía cierta desesperación de llegar, no quería perderse.

Cuando iba a cruzar la calle para llegar al metro más cercano, se chocó con una persona en la esquina.

—Disculpe, señor.

No recibió respuesta, pero observó como se iba. Le pareció curioso su aspecto, tenía el pelo largo y de un tono rosa salmón. No le dió mucha importancia, solo le llamó la atención ese detalle.

Media hora después, luego de pelear contra el tráfico que hay en la ciudad, llegó al edificio en donde se encontraba el consultorio. Tocó el timbre, esperó por unos segundos y una persona de cabellos castaños largos se asomó.

—¿Nombre?

—Luzu Vlogs.

La puerta se abrió, dejando ver un pequeño escritorio en una esquina y un par de asientos al otro lado.

—Bienvenido don Luzu, en unos instantes lo paso con el Psicologoier, ¿desea algo de tomar?

—Así estoy bien, gracias señorita.

—Puede llamarme Melissa.

—De acuerdo, señorita Melissa.

—¡Oh! Tengo algunas llamadas que atender, en breves el señor Roier lo atenderá.

La castaña salió corriendo de la sala, dejando desconcertado al español, quien solo se sentó, admirando todo el lugar, paciente pero nervioso.

Escuchó un golpe y se levantó sorprendido, buscando de donde venía el ruido.

La puerta al lado del escritorio se abrió.

—Buenas tardes, usted debe ser Luzu Vlogs—el hombre salió estirando su mano—Me llamo Roier, soy el psicólogo de aquí, pase.

—Buenas tardes, un gusto.—correspondió el saludo y entró a la habitación donde iba a ser su sesión.

—Oh, esa Melissa—mencionó viendo el escrito vacío antes de cerrar la puerta—Siempre pegada al celular y su querer, disculpe a mi secretaria por favor.

—No sé preocupe, en realidad ha sido muy amable conmigo.

—Si, por eso sigue trabajando aquí, es muy buena y dedicada, pero ya sabe, nunca falta el brasileño o el argentino que le mueven el tapete.

El psicólogo lo invitó a sentarse frente al escritorio, mientras esté mismo se acomodaba tras el mueble.

Los orbes rojizos miraron la superficie del escritorio de cristal, la peluca que estaba en una esquina de este lo hicieron fruncir el seño.

Luchones [Luckity AU] (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora