Capítulo 11:

1.6K 109 6
                                    

"¡Um, sí, dame un minuto!" Mi voz se quebró.

¿Por qué siempre me interrumpe?

Rápidamente salí de la ducha y me puse la ropa.

"No necesitabas asustarme así n/t/h."

"¿Asustarte? Acabo de llamarte para que podamos irnos lo antes posible. Solo te estabas bañando" Seguro n/t/h.

"¿Quién vendrá con nosotros?" Yo pregunté.

"Ghost y Soap vendrán con nosotros, mientras tanto... Alejandro se quedará aquí para vigilar la base y cuidar a Valeria".

"¿Puedo verlo antes de irme?"

"Bien, sé rápida". Él suspiró.

"Vuelvo enseguida".

Empecé a buscar a Ale por toda la base, no lo encontraba. ¿Dónde podría estar? Me acerqué a la habitación donde estaba retenida Valeria cuando un vaquero me detuvo y me preguntó qué estaba buscando.

"Estoy buscando a Alejandro, ¿sabes dónde está?"

"Por allí" Señaló la puerta de la habitación en la que me hospedaba.

¿Por qué estaría él en esa habitación? Tal vez él también me estaba buscando y quería despedirse.

Me quedé junto a la puerta, que estaba entreabierta. Estaba sentado en la cama mirando al suelo. Me pregunté qué estaba pensando.

"Entra", dijo.

"¿Cómo sabías que estaba aquí?" Yo pregunté.

"Escuché tus pasos linda".

Nunca dejó de hacerme cumplidos y lo amaba por eso.

"Solo quería despedirme". dije yo

"Lo sé... Yo también" Me miró.

"Y lamento que las cosas tengan que ser así. En realidad, esto nunca debería haber sucedid-" Lo interrumpí colocando mis labios en los suyos.

Sostuvo mi cintura y continuó besando mis labios suavemente al principio y mojándose más a medida que seguíamos besándonos. Fue un beso de despedida y sus labios nunca supieron mejor. Me agarró del pelo y sujetó mi cintura con más fuerza; estábamos tan mojados que comencé a gemir en su boca, no pude evitarlo.

"Shh" puso sus dedos en mis labios sin dejarme gemir más.

Empezó a besarme el cuello y no podía sentirme más mojada, lo necesitaba de nuevo, pero esta vez no podía ser posible. Entonces, lo detuve, apoyé mi frente contra su pecho por un par de segundos, le di un último beso y salí de la habitación mientras él tomaba mi mano sin querer que me fuera.

"Lo siento" dije.

Tuve que salir corriendo hacia el baño. No he llorado tan desconsoladamente desde que Valeria y sus sicarios me secuestraron. Necesitaba a Alejandro en mi vida, no me importaba si él tenía deberes y yo tenía que irme a casa, estaba dispuesta a esperar para estar con él todo lo necesario.

De vez en cuando pensaba en viajar a Las Almas sin dejar saber a mi hermano. Pero, ¿cómo puede ser eso posible si están casi todo el tiempo juntos? Tal vez debería haberle pedido su número de teléfono. Dios, ¿por qué no hice eso? Soy tan estúpida. Ahora tampoco va a venir a t/c porque ahora mi hermano va a enviar vaqueros para cuidarme y ver cómo estoy.

Necesito pensar en algo, necesito recordar la ubicación de esta base, para poder ir a buscar a Ale cuando quiera.

"¡T/n!" Mi hermano llamándome una vez más.

"¡Solo un segundo n/t/h!"

"¿Ya pediste un minuto ahora un segundo?"

Me sequé las lágrimas y me lavé la cara para que no se diera cuenta de que estaba llorando.

"Está bien, estoy lista", dije.

"Bueno." Estaba siendo seco conmigo.

"¿Esta todo bien?" Yo pregunté.

"Sep", respondió.

Algo estaba pasando, de nuevo se dio cuenta de que alguna mierda estaba pasando entre Ale y yo.

Me abrió la puerta de la camioneta y antes de subir me di cuenta de que Ale estaba detrás de mí esperando a que nos fuéramos, retrocedí y corrí hacia él para darle un abrazo. Todos viendo lo que pasaba allí, especialmente mi hermano.

"Vamos" Mi hermano me tomó del brazo y me empujó hacia el auto. No estaba siendo rudo, pero tampoco estaba siendo amable.

Le di a Alejandro una última mirada a través de la ventana de la camioneta. Nunca me sentí tan triste y decepcionada. Pensé que pasaría más tiempo con él. Y ahora quién sabe si lo volveré a ver.

Ghost comenzó a conducir y me acosté en los asientos traseros, sollozando pero tratando de que no supieran que lo estaba. Empecé a pasar mis manos por todo mi cuerpo, recordando las veces que Ale lo hacía con sus propias manos, iba desde mi cuello hacia mis muslos, cuando sentí algo en los bolsillos de mi pantalón.

Metí la mano dentro de ellos y encontré un papel con algo escrito. Lo abrí y mi corazón se detuvo por un segundo, pero de felicidad. Era un número de teléfono y estoy segura de que fue Ale poniéndolo en mi bolsillo mientras nos besábamos. ¡Amo demasiado a este hombre!


Ahora es cuando se vienen días con bastaaante trama, pero les juro que luego valdrá la pena (guiño guiño) ;) . Muchas gracias por sus comentarios y votos <3 Besitooos!!!

Mi soldado - Alejandro Vargas y túWhere stories live. Discover now