Capítulo 24:

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No podía creer lo que estaba experimentando, necesitaba llorar. Corrí hacia el dormitorio y comencé a llorar horriblemente, mis manos aún temblaban por la locura que cargaba en esa habitación donde El Diablo estaba retenida. Al menos ella estaba experimentando lo que me hizo sentir todo ese tiempo.

Soap entrando en la habitación.

"¿Por qué hiciste eso? Podrían haberte matado, en realidad tienes mucha suerte de que yo estuviera allí para protegerte-" Dijo Soap con su acento británico. Él ya hablaba un español casi fluido, me había sorprendido todo lo que había aprendido este tiempo.

"No necesitaba tu protección Soap, todo lo que quería era matarla y tú solo estabas allí para evitarlo"

"No seas ridícula, ella te detuvo fácilmente y lo sabes" Dijo él

"¿Estas bien?" Preguntó.

"No" dije, llorando una vez más.

Se sentó a mi lado en la cama y comenzó a frotarme la espalda tratando de consolarme.

"Sé que algo ha estado pasando entre tú y Alejandro..."

"¿Cómo?" Le pregunté.

"¿Me prometes que no le dirás nada a tu hermano o a Alejandro sobre esto?"

"Lo prometo" respondí.

"Bien, porque no te puedo verte sufrir así, después de todo lo que has pasado, no es justo", dijo. Estaba siendo sospechosamente cercano conmigo.

Él suspiró.

"Cuando tu hermano se dio cuenta de lo que estaba pasando entre tú y Alejandro, me hizo ir con él a Valeria, para vigilar la puerta de la habitación mientras él hablaba con ella, pude escuchar algo. Pero, t/n, me di cuenta de que él estaba hablando con ella sobre tu relación con Alejandro, no estoy seguro de lo que dijo, pero escuché los nombres de ustedes viniendo de él. Creo que así se enteró Valeria. Supongo que tu hermano estaba loco por eso y quería vengarse diciéndole a Val-"

"¡Él no estaba loco, estaba siendo un imbécil!".

"Sshhh" Me tapó la boca. Me sentí extraña...

"¿Está el aquí?" le pregunté

"Sí..."

Empecé a sollozar, no podía creer que mi hermano me traicionara de esa manera, contarle a Valeria era tan peligroso, ¿y si alguna vez llega a ser libre y decide ir tras de mí por lo de Alejandro?

Soap se quedó mirándome mientras mis lágrimas caían por mis mejillas. Estaba agradecida con él por finalmente decirme una verdad, eso es todo lo que necesitaba, apoyé mi cabeza en su hombro, estaba a punto de preguntarle si tenía más respuestas para mí, por ejemplo, si sabía lo que estaba pasando entre Alejandro y Valeria, cuando Ale entró apareciendo de la nada, deteniendo su caminar tan pronto como vio que Soap y yo estábamos tan cerca.

Rápidamente me alejé de Soap, no quería que Alejandro malinterpretara las cosas, era lo último que necesitaba.

"Le estaba diciendo que la voy a llevar a t/c ahora mismo" Soap se puso de pie nervioso.

"Se..." Dijo Alejandro frunciendo el ceño.

"Iré con ustedes dos", agregó.

Soap parecía un poco decepcionado. ¿Qué estaba pasando con ese tipo? No me importaba demasiado, estaba preocupada por mis asuntos con Ale, no necesitaba otro chico en mi vida, ya tenía suficiente con uno que me estaba rompiendo el corazón de a poco.

Soap salió de la habitación.

Alejandro se quedó mirándome, pero era mi momento de hacerle sentir lo mismo.

"¿Qué está pasando?..." preguntó.

"Te hablaré de eso más tarde" Dije, provocándolo.

Empezó a respirar con dificultad, cerró la puerta con furia y lentamente se acercó a mí con una especie de amenaza al caminar.

"Te quiere coger, lo sé" Dijo él.

"¿Y qué?" Dije, estaba loca.

Me agarró bruscamente del cuello y me empujó contra la pared, deslizando su mano debajo de mis pantalones, tocándome por completo. Empujó sus dos dedos dentro de mí, comenzando a follarme con ellos, le di una bofetada en la cara tratando de que se alejara de mí, le sangraba el labio, pero no le importó y siguió cogiéndome, empecé a sentir cosas ahí abajo.

"Eres mía y de nadie más, ¿entiendes?"

"Vete a la mierda", le dije, abofeteándolo una vez más.

Me atrajo hacia él y me empujó brutalmente contra la pared de nuevo, haciendo que mi cabeza se golpeara contra ella. Gruñó.

Traté de sostener su cuello, me negué a correrme en sus dedos mientras probablemente me estaba traicionando con esa perra. Empecé a estrangularlo con fuerza cuando me quitó la mano y me abofeteó con furia, nunca me había abofeteado tan fuerte, mi labio comenzó a sangrar.

"¿Quién cojones te crees que eres cabrona?" Él sonrió enojado mientras decía eso.

"Ya no más tu perr-" Hizo que mi cabeza se golpeara contra la pared una vez más y comenzó a estrangularme más fuerte, apenas podía respirar. Sus ojos justo en los míos, estaba extremadamente furioso.

"Eres MI perra, y si yo te digo que eres mi perra..." Dejó de dedearme por un momento, para comenzar a desabrocharse los pantalones.

"Eres mi perra". Se desabrochó los pantalones y me abofeteó una vez más, me tiró del pelo, me dio la vuelta y me inclinó brutalmente contra la pared, bajándome los pantalones y la ropa interior.

Por alguna razón ya estaba mojada para él, lo odiaba y creo que eso lo hizo mucho mejor. Fuertemente empujó su polla dura dentro de mí, haciéndome gritar de dolor, me tapó la boca.

Gruñía cada vez que se empujaba dentro de mí, no podía sentirse mejor. Lo he estado necesitando a pesar de estar enojada con él todo este tiempo.

Me agarró del cuello mientras me follaba por detrás, casi sin dejarme respirar. Empezó a hacerlo más duro y más profundo, haciéndome sufrir y llorar por ello, él parecía amar el hecho de que estaba llorando por el dolor que me estaba causando.

"Odio a las mocosas como tú" Dijo él, haciéndome llorar aún más, eso fue exactamente lo que dijo Valeria de él.

"¡Te odio!" Dije con la voz quebrada por el llanto.

"Aah, sí, me odias perra" gimió mientras me follaba más rápido.

Tiró de mi cabello, haciéndome sentir todo mi cuerpo contra el suyo, para susurrarme al oído.

"Puedes odiarme todo lo que quieras, pero sigues siendo mi perra" Volvió a inclinarme bruscamente para poder terminar de correrse hasta el fondo dentro mí, pero no fue así, en cambio, cuando estaba a punto de terminar, giró mi cuerpo y empujó mi cabeza hacia abajo para meter su polla brutalmente dentro de mi boca haciéndome atragantar, comenzó a follarme fuerte hasta que se corrió en mi garganta, haciéndome toser y sentirme que me moría ahogándome. Sacó su polla de mi boca para verme ahogarme en el suelo con todo su semen, escupiéndolo en el piso solo para sobrevivir.

Se puso en una de sus rodillas, me agarró del pelo y me hizo mirarlo con mi boca goteando su semen y mi baba.

"Mírate, te dije que eras mi perra" Me abofeteó una vez más y me dejó sola en la habitación, desnuda y de rodillas en el suelo.

Mi soldado - Alejandro Vargas y túWhere stories live. Discover now