Amor al estilo Balenciaga - Nomin

Capítulo 24: Nuestra historia fue hermosa.

Jeno luego de tanto llanto solo se quedó sentado en su cama con la ropa puesta, observo como pasaba toda la madrugado a través de su ventana, recordando como a Jaemin le encantaba ponerse en el balcón de su mansión para observar el cielo, sus ojos se iluminaban casi igual que las estrellas.

Con lágrimas secas observo como el sol salía entre las montañas, mostrando un hermoso color anaranjado en el cielo, mostrándose las primeras horas de la mañana, jamás pensó que una de las personas más importantes en su vida, que era su madre, le haría tanto daño, se sentía entre la espalda y la pared.

Por un lado, quería mandar todo a la mierda y ser feliz con Jaemin, pero por otro lado también quería proteger al modelo, no quería que nada malo le pasase a él o a su familia por las locuras de su madre, sus advertencias realmente le tenían preocupado y no quería averiguar que podría pasar si le desobedecía.

El Ceo con el corazón prácticamente roto tomo su teléfono para dejarle un mensaje a Jaemin, ¨Si amas algo, déjalo ir¨ era su única frase de reconformación, no podía creer que estaba siendo controlado por su mamá, pero tenía miedo.

¨Hola Jaemin ¿Podemos vernos? Debemos conversar¨

Fue el mensaje que fue enviado por Jeno hacia el amor de su vida, sentía un nudo inmenso en su garganta.

¨De acuerdo ¿En la cafetería de siempre? ¨

¨Sí, al medio día, por favor¨

¨Nos vemos¨

Jeno como pudo se puso de pie para dirigirse al baño y tomar una larga ducha, luego se visitió casualmente y fue hasta su camionera de inmediato, durante el trayecto a la cafetería no hacía más que pensar en que decirle al más joven, pero todo le resultaba una pésima idea.

Apenas terminó de aparcar, vio como Jaemin caminaba por la misma calle, metido en sus pensamientos también, vestía simple con un pantalón deportivo, sudadera y zapatillas, casi igual que el Ceo, es como si ambos no hubiesen podido dormir ni dejar de pensar... pensar en cómo querían arrebatarles el amor de su vida.

—¡Jaemin! — gritó el Ceo desde la camioneta, apenas bajando la ventanada, una ver Jaemin le miro, prosiguió — ¡Sube!

El rubio algo desorientado se subió al vehículo el Ceo, apenas se miraron bajaron sus cabezas, no podían sostenerse la mirada, un ambiente tenso llego al interior de la camioneta, cosa que nunca antes les había pasado, desde ahí supieron que nada saldría bien.

—¿Qué pasó luego de que tu madre nos viera? — preguntó el Ceo para romper un poco ese incomodo ambiente y también porque necesitaba esa respuesta.

—Está muy enojada, aún no termina de entenderlo, pero todo bien. — contestó Jaemin evitando los detalles.

Jeno asintió con la cabeza, notando como el pesado ambiente les volvía a envolver, soltó un pesado suspiro y miro a su chico precioso.

—Jaemin yo... Voy a casarme, lo siento mucho. — le contó Jeno apretando con fuerza el volante, no quería hacerlo, realmente no quería hacerlo.

Jaemin le miro también, soltando un triste suspiro, sintió un escalofrío en todo su cuerpo.

—Yo... yo ya lo suponía. — reveló el más joven, sonriendo forzadamente.

—Nana yo no quiero hacerlo, créeme. Quiero protegerte. — Jeno hablando casi desesperado buscó la mano de Jaemin, quien no se la negó.

Jaemin también sentía miedo, no quería que Jeno, la persona que más ama, estuviera sufriendo, él tampoco quería saber que pasaba si Myoroh se enojaba, no podía hacer nada, sólo cumplir lo que el resto quería, haciéndose su propia herida.