Me Convertí En el Esposo Del Emperador (Kooktae)

capítulo 26.

— ¿Pensaste que tu secreto no sería revelado? Por favor, sabes cómo soy, no existe nada que puedas esconder de mi. — dijo, reteniendo una risa amarga.

— Además, ¿no debiste preveer esto? Si hubiese sido tú, las notas las hubiera quemado, o algo así. — terminó de decir, mientras sus dedos se paseaban lentamente por la hoja de papel que tenía en sus manos.

Tomó un sorbo de café negro, definitivamente no era su favorito, pero aún así, disimulando su cara de asco, se apoyó en el respaldo de su silla, y se centró en las letras que estaba escritas en el papel.

"Lloré junto a ti en cada ocasión, cuando tus lágrimas caían por tus ojos deseaba poder ser yo quien las limpiara, deseaba poder ser yo quien te amara. Sé que es imposible, pero Taehyung, si pudiera pedir algún deseo sería el poder convertirme en tu todo.

Deseo ser yo la causa de tu felicidad, Deseo ser yo quien posea la dicha de recibir tu amor.

Porque yo amaría cada parte de ti, incluso ese lunar en tu nariz que detestas tanto.

Yo besaria tus labios dulcemente, y sería feliz con que tan solo posaras tus ojos en mi.

Porque yo sería el afortunado que logró conquistar tu corazón." 

Lo leyó en voz alta, y luego suspiró, reteniendo una carcajada, y limpiando de sus ojos unas lágrimas invisibles.

— ¿De verdad escribiste esto tú? — preguntó nuevamente en voz alta. — ¿Cuando adquiriste éstos fetiches raros?

"¿Sabías que te sienta hermoso tu panza? El retrato tuyo embarazado sigue guardado  en el mismo lugar, intento no verlo, creo que me enamoraría aún más."

Él miró la imagen que tenía en sus manos, detrás de aquella nota, el retrato de un hombre con vestimenta antiguas, y con el abdomen abultado.

— ¿Entonces él es Taehyung? — volvió a preguntar, y  miró detenidamente el retrato. — Es muy hermoso, entiendo tu obsesión, aunque, sigue siendo raro.

"No soy bueno escribiendo, pero de alguna manera tengo que expresar mis sentimientos, de lo contrario mi amor por ti me consumirá.

Taehyung, aunque no lo sabes, te apodé como "Taetae" y aveces en mis sueños te llamo así, pero éste es mi secreto, nadie nunca debería saberlo."

— Lo siento, ya no es tu secreto, también lo sé yo, pero, no te enojes conmigo, tú fuiste el descuidado.

"Por favor taetae, déjame ingresar a tu mundo, déjame ser tu consuelo, quiero ser el motivo de tus sonrisas, nunca te haría llorar por mi causa. Yo no cometería ese error."

Lágrimas mojaron las letras de aquella hoja de papel, y él lo apretó fuerte, quería romper la hoja, pero no tuvo tal atrevimiento.

— ¿Estás con él? — preguntó con algún tipo de esperanza. — Por favor, mejor, quédate conmigo, ¡Yo te hago reír! Por fa~vor. — pidió, con lágrimas en sus ojos.

— Yo prometo hacerte reír todos los malditos días de tu vida, y dejaré que te burles de mi estatura, también dejaré que rías de mis desgracias... ¿puedes quedarte conmigo?.

Las notas pasaron a ser irrelevantes cuando él solo enfocó su mirada en la persona que yacía acostado en una camilla blanca. Conectado a varios instrumentos médicos que él desconocía.

— Dime... ¿estás con él, por eso te niegas a regresar? — le preguntó, pero, como siempre, no obtenía una respuesta. En el frío ambiente sólo escuchaba el pitido de la máquina que mostraba sus signos vitales.

— Y-yo, ¿no estuviste allí demasiado tiempo?... — tomó su mano con cuidado, y lo acarició con delicadeza. — Cuatro años... ya son cuatros años Gugk, ¿no quieres escuchar mi voz? Extraño tu voz chillona, y tu forma irrespetuosa de hablarme. — sus lágrimas mojaron su mano, y él sonrió por lo último que dijo.

Pudo jurar escuchar "Tu voz es chillona, no la mía", pensó que estaba teniendo alucinaciones auditivas, o lo conocía demasiado bien como para preveer su posible respuesta.

— Jimin, Minie o Hyung... daría lo que fuera por volver a escucharte llamarme así, ¿cuánto más dormirás?.

— Estás muy pálido, la luz del sol te haría bien, ¿qué esperas para despertar Jungkook? — Jimin acarició el rostro de su menor, no pudo evitar poner una expresión de tristeza.

— ¿Cuánto años más dormirás? ¿Cuanto tiempo más Gugk? Estaría encantado de oírte hablar de ese personaje que tanto amas, tanto que incluso escribiste notas para él como si existiera... daría lo que fuera porque hablaras horas de ese tal Taehyung. Sí, me reiría, no dejaría pasar esa oportunidad, pero, después de todo es lo que siempre hago, y lo que tú también haces, somos amigos, hermanos, por favor, Jungkook, por favor, despierta. Aunque sea, para darme un poco de esperanza. — agachó la cabeza, para que sus lágrimas cayeran al suelo, y porque, aunque su amigo no podía verlo, sentía que no era lo correcto llorar en frente de él.

— Sueno como loco, pero, me sorprendería que todavía esté cuerdo, ¿Sabes que ayer te vi en mis sueños? Me niego a aceptar que estás en coma, no quiero verte en mis sueños, siento que quieres despedirte de mí, te doy mi mano, no la sueltes Jungkook, yo no te voy a soltar.

A pesar de sus palabras, la mano de Jimin tembló como habitualmente lo hacía al tocar su mano tibia, y esperar alguna señal, algo que le diga que iba a volver, que despertaría.

— Me habías dicho que cuando sintiera miedo te hablara, y tú, me harías reír, tengo miedo ahora Jungkookie, tengo miedo de todo, por todo. ¿Me harás reír con tus tonterías mi amigo? — preguntó, mientras su voz temblaba.

Ahogó un sollozo, y limpió sus ojos con la manga de su camisa. Miró a Jungkook recostado en esa camilla, todavía con los ojos cerrados, soltó su mano, y se puso de pie.

— Volveré mañana Jungkook, leeré tu libro favorito para entender tu obsesión por ese personaje, no te enojes, sabes lo curioso que soy.

Jimin miró por una última vez en el día a Jungkook, y salió de aquella habitación, caminado lentamente por los pasillos del hospital, y estando todavía metido en sus pensamientos.

La culpa que sentía, cada día ocupaba más espacio en su corazón, el deseo por retroceder el tiempo antes del accidente ocupaba su mente. Era algo ilógico, pero, Jimin ya no sabía que más pensar.

Si tan solo pudiera volver el tiempo atrás, antes de que Jungkook lo salvara de un auto que se dirigía a él a toda prisa.

Antes de ser empujado por Jungkook, y en su lugar, ver su cuerpo cubierto de sangre, y sus ojos cerrarse lentamente.

Si Jimin pudiera volver el tiempo atrás, él hubiese esperado unos minutos más antes de cruzar la calle rápidamente por querer escapar de las bromas de su amigo.

Pero no podía, entonces, odiaba lo que había ocurrido, se odiaba por ser el causante del estado de su amigo. "Fue un accidente" le repetían, y sé repetía, pero, eso no aliviaba a su corazón.