𝟕𝟓

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⬞╭╰exequiel╯╮⬞

Una semana después...

— papi, mami no comió otra vez. —se sienta preocupado mi hijo, al lado mío.

— ¿Cómo qué no comió?. —frunci el ceño.

— me parece que no le gusto lo que cocinamos pa. —agacha la cabeza, triste.— Mami quiere volver a ver al tío Paulo, como yo.

Lo alzó con cuidado y lo dejó en mi regazo, Lionel se esconde en mi pecho y puedo sentir como larga un suspiro hondo, indicándome que estaba llorando.

— ahora vamos a volver a casa y todo va a estar bien mi amor. —le di un beso en la cabeza.

— capaz que si no veníamos nada de eso pasaba, estaba bien con nosotros allá. —dice entre sollozos.

Lo abrazo más fuerte, me dejó mudo con lo que acaba de decirme, no podía ser. ¿Cómo puede ser posible que tenga en claro tantas cosas?.

— el tío Julian me preguntó si querés ir con él y Bian a tomar un helado. —le seque las lágrimas.— ¿Le digo qué si?.

— estoy muy triste papi, no quiero hacer nada. —me abraza más fuerte.

— pero te va a hacer bien, ya mañana nos vamos hijo, salí a disfrutar con tu tío.

— bueno pa, pero un ratito... Así vos también hablas con mami y la haces sentir mejor, a mi no me hace caso. —suspira.

Caminé hasta el baño con Lionel en brazos, lo metí a bañar mientras hablábamos de cosas, lo trataba de distraer para que deje de pensar en su tío.

Lo cambie, no se estaba quejando de que lo estaba peinando, definitivamente estaba mal, estaba apagado, me duele verlo de esa manera.

— le voy a dar un beso a mami antes de irme. —me sonríe.

— bueno hijo, anda. —lo baje con cuidado.

Me quedo secando el baño en lo que Lionel va a saludar a su madre. Justo llegó Julian también.

— ¿Cómo está Agus? ¿Mejor?. —me sonríe.

— no, está acostada ahora creo, ahora cuando se vayan voy a hablar con ella. —me rasque la nuca.

— me imagino... —suspira.

Cruzamos tres palabras más y ya había bajado Lionel, saludo a su tío.

— está medio decaído también... No habla casi. —lo mire, a Julian.

— vamos a hacer que la pase bien ahora, no te preocupes. —me sonríe.

Veo como se suben al auto y cierro la puerta.
Camino hasta la lavandería para poner ropa a lavar, mañana nos íbamos y no quería que dejemos nada acá.

Al llegar a la habitación puedo ver a las mellis sobre la cama, balbuceando ellas, Agus estaba haciendo la maleta.
Veo la bandeja con comida, estaba sin tocar, está comiendo muy poco...

— ¿Por qué no comiste? ¿No te gusto?. —le pregunté agarrando la bandeja.

— si, pero no tenía hambre. —me mira.— Perdón.

— no tenemos que ir está noche si vos no te sentís bien. —le comenté, sobre la cena con mi familia.

— es tu familia Exe, nos invitaron y tenemos que ir. —me sonríe.— No te preocupes.

Llevó la bandeja a la cocina, lavo las cosas y las pongo a secar.

Vuelvo a la habitación y me acuesto a jugar un ratito con mis hijas, al verme sueltan una carcajada las dos, estaban cada día más hermosas, las amaba tanto.

¿𝗣𝗮𝗿𝗮 𝗦𝗶𝗲𝗺𝗽𝗿𝗲? | ᵉˣᵉᵠᵘⁱᵉˡ ᶻᵉᵇᵃˡˡᵒˢ ✓✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora